La situación por la DANA ha dejado un rastro de destrucción y desolación en la Comunidad Valenciana y otras regiones de España. En las últimas horas, los datos son trágicos. La cifra de fallecidos ha ascendido a 218, mientras que cuatro personas continúan desaparecidas en Letur, Albacete. La movilización de equipos de rescate es constante, y se han realizado más de 36,100 rescates en las áreas más afectadas.

La Unidad Militar de Emergencias (UME) tiene desplegados 7,500 efectivos en distintas localidades de la Comunidad Valenciana. La ayuda no solo proviene de los militares sino también de muchas empresas y organizaciones que están enviando donaciones y recursos para ayudar a los damnificados. El Banco Santander ha donado dos millones de euros y se ha comprometido a igualar las donaciones de sus empleados.

En Paiporta, se ha abierto una investigación judicial tras los disturbios ocurridos durante la visita de los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Estos incidentes han generado un debate sobre la gestión del desastre, en medio de un clima de angustia y desesperación por parte de los afectados.

Los problemas de comunicación y transporte siguen siendo críticos. En el Aeropuerto de Barcelona, se han registrado 70 cancelaciones y 18 desvios debido a las inclemencias del tiempo. A su vez, las carreteras en varias provincias siguen cortadas, y el tráfico está restringido en muchas zonas, lo que complica aún más la situación para los residentes y equipos de rescate.

Los forenses y equipos de identificación están trabajando contra reloj para reconocer a las víctimas, siguiendo estrictos protocolos de actuación. La alcaldesa de Almogía ha declarado que la recuperación podría tomar años, dado el daño sustancial que ha sufrido la localidad.

La comunidad está mostrando un gran nivel de solidaridad, con cientos de voluntarios ayudando en las tareas de limpieza y entrega de suministros. Mientras tanto, las autoridades advierten sobre el riesgo de enfermedades tras la exposición a aguas residuales y otros materiales peligrosos. Se está recomendando a todos los voluntarios utilizar guantes y mascarillas adecuadas para protegerse durante las labores de apoyo.

La DANA ha prevalecido como un recordatorio alarmante de los desafíos que enfrenta el país ante fenómenos climáticos extremos, dejando una estela de devastación que aún está siendo evaluada.