En medio del Mediterráneo, una armada de embarcaciones avanza con un propósito claro: llevar ayuda humanitaria a Gaza. Estos barcos, parte de la Global Sumud Flotilla, navegan con el apoyo ferviente de varios sindicatos italianos que han convocado una huelga para demostrar su solidaridad.

Drones y Vigilancia: Un Viaje Peligroso

En un giro inquietante de los acontecimientos, la Flotilla ha denunciado la presencia de drones no identificados que sobrevuelan sus embarcaciones. Los tripulantes están en alerta máxima, documentando cada movimiento mientras se preparan para posibles enfrentamientos. En palabras de uno de los voluntarios: "No reaccionaremos ante provocaciones, el objetivo es mantener la seguridad del grupo".

Israel y la Psicosis Mediática

Mientras la Flotilla avanza, Israel no se queda atrás. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí acusó a la Global Sumud Flotilla de ser una fachada para Hamás. Esta declaración fue respondida por miembros de la Flotilla, quienes lo clasificaron como parte de una "guerra psicológica".

Ada Colau y la Impaciencia de la Misión

A bordo del barco 'Familia', la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, expresó su frustración tras tres semanas en el mar: "Las condiciones son duras, pero no hay nada que nos detenga. Nuestra misión es abrir un corredor humanitario para Gaza".

¿Cuándo llegará la Flotilla a Gaza?

Aunque los barcos se encuentran a unos 1,300 kilómetros de su destino, se espera que, sin incidentes, lleguen a Gaza en alrededor de una semana. Sin embargo, la incertidumbre siempre está presente en estas travesías.

Apoyo Internacional y Movilización

Durante el fin de semana, diversas manifestaciones se llevaron a cabo en España, destacando la creciente presión por parte de la sociedad civil para poner fin al sufrimiento en Gaza. El clamor es claro: "La Flotilla no se toca".

Presencia de drones: alarma y determinación

La Global Sumud Flotilla continúa su recorrido, a pesar de las amenazas en el aire. Con 51 barcos comprometidos, la urgencia de su misión se siente en cada ola que rompen. Esto no es solo un desafío logístico, es un grito de esperanza hacia una población que sufre.