El conflicto en Oriente Próximo escaló nuevamente en las últimas 24 horas, con un saldo devastador de al menos 46 palestinos muertos debido a los ataques aéreos israelíes en la franja de Gaza. Las áreas más afectadas incluyen el sur, específicamente Jan Yunis, donde 19 personas perdieron la vida. Entre las víctimas se encuentran cuatro miembros de la familia Abu Sabih y varios otros de distintas familias, además de dos agricultores que fueron alcanzados por un dron israelí.

La situación humanitaria en Gaza se agrava, ya que las aeronaves israelíes también bombardearon una tienda de campaña que albergaba a personas desplazadas. Este ataque resultó en la muerte de cinco personas y dejó a más de 20 heridos. Asimismo, en el barrio de Zeitun, al sureste de la capital Gaza, un padre y su pequeña hija fueron asesinados durante un ataque aéreo que impactó su vivienda, según la Defensa Civil gazatí.

Mientras tanto, el Reino Unido ha expresado su “profunda preocupación” por la detención de dos parlamentarias británicas en Israel, a quienes se les ha denegado la entrada al país. El ministro británico de Exteriores, David Lammy, calificó la situación de “inaceptable” y anunció que estaba en contacto con las representantes para ofrecerles apoyo. Esta declaración ha generado un debate sobre las acciones de Israel y su impacto en las relaciones internacionales.

A medida que la comunidad internacional observa con creciente inquietud, el gobierno británico ha reiterado su compromiso con el cese de las hostilidades y ha instado a que se reanuden las negociaciones para poner fin al derramamiento de sangre y liberar a los rehenes. Estas tensiones han suscitado un llamado urgente a la paz y la reconciliación en una región marcada por décadas de conflicto.