La situación en España ha alcanzado niveles alarmantes debido a la DANA (Dammage Atmospheric National Advanced), que ha causado una serie de inundaciones devastadoras en varias comunidades. Hasta el momento, se han confirmado más de 200 muertes y un número indeterminado de desaparecidos.

Las últimas actualizaciones indican que los hospitales de Bellvitge y Viladecans en Barcelona han desprogramado toda la actividad no urgente debido a las dificultades de acceso. María del Mar Tomás, microbióloga del Hospital de La Coruña y portavoz de la sociedad de enfermedades infecciosas, ha advertido que no se puede descartar la posibilidad de brotes epidémicos como consecuencia de esta crisis, aunque afirma que es poco probable.

En el Aeropuerto del Prat, las lluvias torrenciales han provocado no solo retrasos y desvíos en los vuelos, sino también inundaciones que han dañado las instalaciones, manteniendo a muchos pasajeros en una incertidumbre sobre sus viajes.

Las autoridades han activado el sistema de alertas de Protección Civil, “ES-Alert”, para informar a la población sobre posibles situaciones de emergencia, instando a los ciudadanos a mantenerse alerta y a evitar desplazamientos innecesarios.

Muface ha implementado un protocolo que asegura a los mutualistas en situación de urgencia el acceso a medicaciones en las zonas afectadas. Asimismo, un total de 7,500 efectivos militares, incluidos 5,000 del Ejército de Tierra, se encuentran operando en localidades devastadas como Utiel, Torrent y Paiporta, realizando tareas de rescate y apoyo logístico.

El impacto de la DANA también ha llevado a la Universidad de Barcelona y otras instituciones académicas a suspender actividades y clases, recomendando a los estudiantes que permanezcan en casa. Por otro lado, se han reportado alertas rojas en las comarcas de Garraf y Barcelonès debido a la amenaza de lluvias intensas, con acumulaciones de hasta 180 mm en 12 horas.

La iniciativa ciudadana no ha tardado en surgir: Móstoles ha recolectado 150 palets de alimentos y productos esenciales para ayudar a aquellos que han sufrido las devastadoras consecuencias del temporal. Sin embargo, el flujo de voluntarios que acuden a ayudar en las labores de limpieza ha disminuido notablemente tras el fin de semana largo.

A medida que las lluvias continúan, ciudadanos alrededor de Valencia y Cataluña están siendo llamados a colaborar y a mantenerse vigilantes frente a posibles riesgos adicionales. Además, se están realizando esfuerzos intensivos para controlar la salud pública y prevenir brotes de enfermedades tras la exposición prolongada a aguas contaminadas.

Las autoridades piden a todos los residentes que permanezcan informados a través de canales oficiales y que mantengan una actitud precavida ante esta reciente crisis climática que ha dejado a su paso devastación y sufrimiento. Se estiman que los efectos de la DANA se sentirán durante varias semanas mientras las comunidades comienzan a reconstruir y a evaluar plenamente el daño causado.