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A medida que la DANA se intensifica, las primeras consecuencias comienzan a sentirse en toda la región. De manera alarmante, Valencia ha suspendido las clases en varias zonas de la ciudad como medida de precaución, instando a los ciudadanos a evitar desplazamientos innecesarios. Se prevé que las fuertes lluvias causen estragos, incluso en la Universidad de Granada, donde se ha decidido suspender actividades.

La AEMET ha elevado su alerta a nivel rojo en el sur de Tarragona, con expectativas de acumulaciones de hasta 180 mm en solo 12 horas. En Málaga, se avizoran hasta 120 mm de lluvia, lo que representa un riesgo considerable de inundación. En la Vega Baja de Alicante, las tormentas han comenzado a dirigirse hacia el mar, aunque causaron ya numerosos incidentes impactando el sistema de emergencia local.

Los servicios de emergencia se han visto abrumados, con varios rescates y daños en infraestructuras reportados. Hasta 27 municipios de Málaga y Granada han cerrado sus escuelas, afectando también a centros para personas con discapacidad. Pero eso no es todo, la Junta de Andalucía ha activado el nivel de preemergencia, mientras que autoridades locales desalojan áreas en riesgo a lo largo de la ribera del Guadalhorce.

Mientras tanto, la Guardia Civil ha tenido que intervenir en la región montañosa de Pajares, donde 25 camioneros quedaron atrapados por la nevada, y se han ordenado desalojo en varios bloques de viviendas en Torrent debido a riesgo de derrumbe.

La situación es crítica: se reportan 215 víctimas mortales y 17 desaparecidos desde la llegada de la DANA. Ante esta emergencia, el Gobierno central ha movilizado recursos de apoyo y la UME (Unidad Militar de Emergencias) para auxiliar a las localidades afectados.

En el ámbito universitario, tanto la Universitat de València como la Universitat Politècnica de València han decidido suspender sus actividades presenciales por la situación adversa. En un mensaje alentador, la Comunidad Valenciana anunció deducciones fiscales extraordinarias para las familias y empresas damnificadas, mientras el Consell destina 50 millones de euros para la renta de quienes han sido evacuados.

Las comunidades de la región, desde Palma de Mallorca hasta distintos puntos de Alicante, permanecen en alerta, cerrando parques y espacios públicos y acatando enérgicamente las recomendaciones de Protección Civil. Además, los estudiantes han convocado huelgas de solidaridad en toda España, mostrando el sentir colectivo ante esta tragedia.

Se aconseja a todos los ciudadanos mantener la calma, estar informados y seguir las indicaciones de las autoridades mientras se enfrenta esta devastadora crisis meteorológica. La solidaridad y la acción comunitaria serán claves en estos tiempos muy difíciles.