El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha realizado una controvertida elección al designar a Chris Wright, un destacado ejecutivo del sector petrolero y conocido negacionista climático, como su candidato para liderar el Departamento de Energía. Wright, que ha dejado su huella como director ejecutivo del grupo Liberty Energy, es un ferviente defensor de las energías fósiles y del fracking, un método de extracción de gas de esquisto que, aunque vital para economías como la de Pensilvania, ha despertado fuertes críticas de los grupos ambientalistas.

Durante su primer mandato, Trump popularizó la frase “drill, baby, drill” (“perfora, bebé, perfora”), que se convirtió en un símbolo de su política energética centrada en la explotación de recursos fósiles. Una vez más, Trump retoma esta estrategia, abogando por el fracking como un medio para lograr la “supremacía energética” de EE.UU.

Sin Experiencia Política pero con Ambiciones

En el anuncio de su elección, Trump destacó que Wright también formará parte del nuevo Consejo Nacional de Energía. “Chris ha sido un empresario y técnico líder en energía. Su experiencia abarca diversas áreas: gas, petróleo, energía geotérmica, solar y nuclear”, indicó Trump. Sin embargo, es crucial resaltar que Wright carece de experiencia política y ha comparado los esfuerzos por combatir el cambio climático con el comunismo soviético, algo que genera inquietud entre los defensores del medio ambiente y la comunidad científica.

Se anticipa que Wright impulsará los planes de Trump para aumentar la producción de gas y petróleo, así como generar más electricidad en un contexto de creciente demanda. Este aumento está impulsado por el auge de la tecnología de energía artificial, los vehículos eléctricos y la ascensión de las criptomonedas, lo que exige un enfoque energético renovado.

Adicionalmente, se rumorea que Wright podría desmantelar la moratoria impuesta por la Administración Biden sobre los permisos de exportación de gas natural, lo que podría reconfigurar el panorama energético del país.

Desestimar la Crisis Climática

Wright ha expresado en múltiples ocasiones su desacuerdo con la narrativa del cambio climático. En un video publicado el año pasado en LinkedIn, aseguró que “no hay una crisis climática y no estamos en medio de una transición energética”. También ha atacado a los movimientos progresistas que luchan por el medio ambiente, señalando que dicho movimiento “se está desmoronando por sí mismo”.

Si Wright es confirmado para el cargo de Secretario de Energía, sucederá a Jennifer Granholm, quien fue una firme defensora del uso de energías renovables y vehículos eléctricos durante su mandato. El Departamento de Energía tiene un papel crucial en la administración de la Reserva Estratégica de Petróleo, en la diplomacia estadounidense relacionada con la energía y en la gestión de programas que promueven tecnologías avanzadas, así como en la supervisión de laboratorios nacionales y el manejo de residuos nucleares.

La elección de Chris Wright podría marcar un antes y un después en la política energética de EE.UU., especialmente en un tiempo en que el mundo enfrenta cada vez más la urgencia de abordar el cambio climático. ¿Trump está realmente preparado para ignorar la crisis climática, o esta es solo otra jugada política más? ¡Los ojos del mundo están puestos en Washington!