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¡Trump en Guerra con el Senado! Busca Imponer Sus Designaciones Sin Control

2024-11-16

Autor: Carmen

Donald Trump ha levantado revuelo en Washington al intentar modificar las reglas del juego político estadounidense para llevar a cabo sus controvertidos nombramientos. El presidente electo ha puesto la mira en la figura de los nombramientos en receso, una estrategia legal que le permitiría eludir el tedioso proceso de confirmación del Senado. Para lograrlo, cuenta con el apoyo de los republicanos, quienes actualmente dominan ambas cámaras del Congreso.

La propuesta de Trump incluye la posibilidad de que figuras como Matt Gaetz, criticado por escándalos, asuma el cargo de fiscal general, o que Robert F. Kennedy, con posturas irónicas sobre la ciencia, sea secretario de Salud. Esto pone a prueba la fidelidad de los congresistas, especialmente ante la oposición que algunos en su mismo partido sienten hacia estos nombramientos.

La transición presidencial se torna tensa, con Trump aprovechando cada oportunidad para medir la lealtad de los miembros del Congreso. Su equipo también ha evitado las citas necesarias con el FBI para investigar los antecedentes de los nominados, dando un nuevo giro a la política de confirmaciones.

En el sistema estadounidense, los nombramientos de altos funcionarios, jueces federales y embajadores son revisados y votados por el Senado, un proceso que garantiza el equilibrio en el poder. Históricamente, este procedimiento ha llevado meses, creando una necesidad urgente para que Trump actúe rápidamente, sobre todo con candidaturas tan polémicas.

Desde sus inicios, la práctica de los nombramientos en receso se ideó para evitar interrupciones debido a la frecuencia con que se reunía el Congreso. Sin embargo, la historia revela que muchos presidentes han abusado de esta herramienta para eludir una legítima confirmación. Bill Clinton y George W. Bush la utilizaron en numerosas ocasiones, obligando al Senado a realizar sesiones simbólicas para detener sus abusos.

Ahora, Trump plantea esta alternativa como una solución para acelerar la toma de posesión, justo cuando sus propuestas más polémicas salen a la luz: desde un presentador de televisión en el Pentágono hasta la controversial elección de una figura como Gaetz para la justicia. Las críticas resuenan no solo entre los demócratas, sino también entre ciertos senadores republicanos preocupados por la integridad del partido.

Con una composición de 53 a 47 en su favor, los republicanos no pueden permitirse muchas deserciones. A pesar de ello, muchos senadores abogan por seguir el proceso de confirmación habitual, aunque eso podría no ser suficiente si Trump presiona para llevar a cabo sus planes. Las tácticas que el presidente ha sugerido podrían llevar a una crisis si el Senado se siente incapaz de ejercer su poder.

Ciertamente, los nombramientos en receso permiten a un presidente colocar a sus aliados temporalmente en posiciones clave, lo que permitiría a Trump consolidar su influencia en el gobierno incluso sin pasar por el Senado. Este uso estricto de la ley puede ser considerado como una peligrosa reinterpretación de la Constitución que, como advierte el profesor Josh Chafetz, podría distorsionar el equilibrio de poderes.

La situación se torna más grave cuando comprende que, de llevarse a cabo, Trump podría permanecer en control de algunas de las posiciones más importantes del gobierno durante casi dos años, dado que los nombramientos en receso son válidos hasta el final del siguiente periodo de sesiones.

La lucha por el poder y las lealtades políticas apenas comienza; la decisión de los republicanos podría hacer que la participación política en los próximos años tome un giro inesperado. La pregunta sigue siendo: ¿se alinearán los republicanos con Trump o con los principios que supuestamente defienden como legisladores?