Donald Trump tiene grandes planes y no teme dar titulares. Recientemente, ha propuesto al ultraderechista Matt Gaetz, quien enfrenta acusaciones graves de tráfico sexual, como el próximo fiscal general de EE. UU. Esta decisión podría desatar una serie de controversias tanto dentro como fuera del Partido Republicano.

Se anticipa que una de las primeras órdenes de Trump, de asumir nuevamente el cargo, será cerrar las investigaciones que lo han acosado sobre el asalto al Capitolio y el manejo indebido de documentos clasificados. Esto revela un enfoque más beligerante y polarizador al que sus críticos temen que lleve al país a una mayor división.

Matt Gaetz, un conocido aliado de Trump desde que llegó al Congreso en 2017, se ha alineado con las posturas más extremas del Partido Republicano. En octubre de 2023, fue el arquitecto de la destitución del ex presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, por establecer acuerdos con los demócratas, lo que subraya su lealtad al ex presidente.

A pesar de sus alegaciones de tráfico sexual que han manchado su imagen, Gaetz fue objeto de una investigación en 2023 que terminó sin cargos en su contra. Sin embargo, el Comité de Ética de la Cámara aún lo está investigando por estas serias acusaciones, lo que no hace más que incrementar la controversia en torno a su figura.

La nominación de Matt Gaetz enfrenta grandes obstáculos. Con una mayoría republicana estrecha en el Senado, el apoyo a su candidatura es incierto. El senador John Cornyn ha expresado dudas sobre su apoyo, mientras que el legislador Max Miller comentó irónicamente que Gaetz tiene más posibilidades de cenar con la fallecida reina Isabel II que de ser confirmado.

Dentro del Departamento de Justicia, se respira un ambiente de incertidumbre y shock tras la propuesta de Trump. Un empleado de la institución fue claro: "El impacto es profundo y generará reacciones dentro de todos los niveles".

Este desarrollo no solo marca un nuevo capítulo en la era Trump, sino que también plantea serias preguntas sobre la dirección futura de la política estadounidense y la lucha por la integridad de las instituciones judiciales. La confirmación de Gaetz podría tener repercusiones que cambiarán el juego y dejarán huella en la historia política del país.