Donald Trump está a punto de hacer historia el próximo 20 de enero, al convertirse en el primer expresidente condenado en ocupar la Casa Blanca. Un jurado le ha declarado culpable de 34 delitos relacionados con el caso Stormy Daniels, y ahora, el juez Juan Merchan ha decidido que la sentencia se conocerá el próximo viernes 10 de enero. Sin embargo, sorprendentemente, se ha anticipado que Trump no será enviado a la cárcel, ya que se considera una exención incondicional de la condena.

El juez ha comunicado que no ve “ningún impedimento legal” para sentenciar a Trump antes de su juramento y que es vital para la justicia que el asunto esté resuelto. Aunque la sentencia será no firme y sus abogados pueden apelar, el magistrado ha dejado claro que la prisión no es una opción, lo que ha generado controversia.

"Este tribunal, por derecho, no debe tomar decisiones inmediatas sobre la sentencia a menos que se escuchen a todas las partes involucradas. Sin embargo, parece apropiado revelar que no hay intención de imponer una pena de cárcel", comentó el juez en su detallada resolución de 18 páginas.

La defensa de Trump había solicitado el desestimiento de los cargos alegando la inmunidad presidencial, sin embargo, el tribunal no ha encontrado mérito en esta petición. En el pasado, el juez había incluido que consideraría congelar el proceso judicial durante la presidencia de Trump, pero finalmente ha decidido actuar antes que asuma el cargo nuevamente.

Los 34 delitos que se le imputan incluyen la falsificación de cheques, facturas y registros contables, utilizados para encubrir el pago de 130,000 dólares a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels, quien recibió el dinero para no perjudicar la campaña presidencial de Trump en 2016. Si es hallado culpable, estos delitos pueden conllevar una pena de hasta cuatro años en prisión, pero las condenas pueden ser cumplidas simultáneamente. Dada la situación de Trump como presidente electo, se considera que las posibilidades de encarcelamiento son mínimas; usualmente, los condenados por este tipo de delitos pueden quedar en libertad condicional, e incluso podría evitar cualquier condición.

Adicionalmente, el juez ha concedido que Trump pueda comparecer virtualmente en la audiencia, liberándole de la “humillación” de asistir físicamente a la corte. Esta decisión refleja la preferencia del tribunal por facilitar el proceso, considerando la carga mental y física que este periodo de transición puede representar para el ex presidente.

La estrategia de Trump ha consistido en retrasar los procesos judiciales hasta después de su elección, logrando evadir juicios en los otros tres casos penales que enfrenta. Lo que está por venir en el caso Stormy Daniels podría establecer un precedente histórico en un país donde la política y la ley a menudo chocan. ¿Qué sucederá el 10 de enero? La atención del mundo estará sobre Trump una vez más.