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Trump advierte que la comunidad judía podría influir en su derrota electoral

2024-09-20

Donald Trump ha alardeado este jueves sobre el papel que los republicanos han desempeñado en la reciente caída de la rectora de Harvard, a raíz de las protestas a favor de Palestina, y ha atacado a su rival demócrata, Kamala Harris, a quien ha descrito como una candidata que "odia a Israel". Durante la reunión anual del Consejo Americano Israelí (AIC) en Washington, Trump declaró: "Israel no existirá en dos años si Harris es presidenta". Este evento se centró en condenar el antisemitismo y recordó a las víctimas y rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre.

En un giro provocador, Trump afirmó, "Si no gano estas elecciones, en mi opinión, el pueblo judío tendrá mucho que ver con la derrota". Esta observación provoca inquietud ya que los judíos son vistos como uno de los grupos demográficos más liberales y demócratas en EE.UU.

A pesar de descalificar nuevamente las encuestas como "falsedades", Trump es consciente de que la carrera presidencial está muy reñida a menos de 50 días de las elecciones. Por ello, busca captar los votos de la comunidad americano-israelí y judía. Una encuesta del Pew Research Center publicada el 9 de septiembre reveló que el 65% de los votantes judíos preferirían a Harris, mientras que solo el 34% se decantaba por Trump.

El expresidente reafirmó su relación cercana con Israel, afirmando: "Estuve allí durante años, les di miles de millones de dólares. Fui el mejor amigo que Israel haya tenido. Aun así, en 2020, después de todo esto, ahora el pueblo judío no tiene excusa". Continuó diciendo que un 60% de los judíos parecen votar por Kamala o algún demócrata, lo cual consideró un acto que deberían examinar.

Durante su discurso, Trump destacó sus logros, como los Acuerdos de Abraham y el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, responsabilizando a los demócratas por poner en peligro la seguridad de Israel. Hizo mención especial a los recientes ataques en octubre, acusando a Harris de presionar por un alto al fuego que, según él, beneficiaría a Hamás. "Kamala Harris ha exigido repetidamente un alto el fuego inmediato para salvar a Hamás. Ella quiere salvar a Hamás", se pronunció con vehemencia.

Además, Trump se burló del nombre de Harris, sugiriendo que el público no sabría de quién hablaba si solo mencionaba su apellido. En un giro inesperado, aunque habitual en su retórica, el exmandatario acusó a Harris de "importar migrantes desde puntos críticos del terrorismo" y vinculó su administración con un aumento de la violencia y el extremismo.

El evento también contó con la presencia de figuras prominentes del Partido Republicano, como Mike Johnson, speaker de la Cámara de Representantes, y la congresista Elise Stefanik, quienes han luchado activamente contra las protestas propalestinas en universidades, siendo acusadas de antisemitismo.

Trump propuso que las universidades que no terminen con las protestas propalestinas perderán fondos federales, disparando así un debate sobre la libertad de expresión en los campus. En las últimas semanas, varias universidades han comenzado a reexaminar sus políticas sobre el derecho a protestar, en un clima cada vez más polarizado.

A medida que se acercan las elecciones, la influencia de la comunidad judía y la percepción de la política exterior de EE.UU. hacia Israel serán factores cruciales que determinarán el rumbo de la campaña de Trump. Mientras intensifica sus ataques hacia Harris y su administración, el exmandatario parece jugar una carta arriesgada en un contexto electoral ya de por sí volátil.