El cáncer de mama se origina a partir de una proliferación anormal de células en el tejido mamario. Es la forma más común de cáncer diagnosticada en mujeres, aunque también puede afectar a hombres. Según la Mayo Clinic, es crucial reaccionar pronto si se detecta un bulto o algún cambio en las mamas, programando una cita con un especialista que pueda realizar los exámenes necesarios y brindar un diagnóstico adecuado.

¿Qué hábitos ayudan a disminuir el riesgo de cáncer de mama?

1. Ejercicio Regular

Mantenerse activa es fundamental para la prevención del cáncer de mama. La actividad física ayuda a equilibrar los niveles de estrógenos en las mujeres, disminuyendo el riesgo de desequilibrios hormonales que pueden contribuir a la enfermedad. Además, el ejercicio fortalece el sistema inmune y tiene efectos antiinflamatorios.

2. Aumentar el Consumo de Fibra

Una dieta alta en fibra no solo previene el cáncer de mama, sino también otros tipos, como el de colon. La fibra ayuda a regular el peso, a retardar la absorción de azúcar en el intestino y a reducir la inflamación general del cuerpo. Es recomendable incluir alimentos ricos en fibra como legumbres (lentejas, garbanzos y frijoles), cereales integrales (avena, arroz integral y pan integral), y una variedad de frutas y verduras coloridas (manzanas, peras, plátanos, brócoli, etc.).

3. Seguir una Dieta Mediterránea

Reconocida por sus múltiples beneficios, la dieta mediterránea se basa en el consumo elevado de frutas y verduras ricas en antioxidantes, esenciales para combatir el estrés oxidativo. También promueve el uso de aceite de oliva y pescados azules, que son ricos en ácidos grasos omega-3.

4. Limitar Azúcares Simples y Grasas Saturadas

Aunque no hay pruebas definitivas de que el azúcar alimente a las células cancerosas, es un hecho que una dieta alta en azúcares simples se asocia con obesidad y otras condiciones que incrementan la inflamación corporal, lo que podría aumentar el riesgo de cáncer.

5. Mantener un Peso Saludable

Un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 está relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama. El exceso de tejido graso puede provocar alteraciones hormonales, como resistencia a la insulina y un aumento en los niveles de estrógenos, que son factores de riesgo conocidos.

¡Potencia tu prevención del cáncer!

Además de estos hábitos, realizar autoexámenes mensuales y asistir a mamografías periódicas son medidas esenciales para la detección temprana del cáncer de mama. Recuerda que unos pequeños cambios en tu estilo de vida pueden marcar la diferencia en tu salud a largo plazo. ¡Cuida de ti misma y actúa ya!