Un triste desenlace ha sacudido a la comunidad asturiana con el descubrimiento del cadáver de Cristina Álvarez, una mujer de 30 años que había estado desaparecida desde el 25 de diciembre en Gijón. Su cuerpo fue encontrado en un domicilio familiar en Puente Villarente, León, según los informes de varios medios locales.

Cristina tenía vínculos familiares en León y su ausencia había provocado una búsqueda intensiva por parte de la Policía Nacional, apoyada por voluntarios y familiares que no se dieron por vencidos durante la angustiosa espera. Una vez transcurrida una semana sin noticias, el hallazgo de su cadáver ha confirmado los peores temores de sus seres queridos. Las autoridades han indicado que, aunque no se han encontrado signos de criminalidad en la muerte de Cristina, la investigación continuará para despejar cualquier duda.

La gran movilización social en torno a su desaparición se debió en gran parte a la difusión de su fotografía por parte de la asociación SOS Desaparecidos, que resaltaba la vulnerabilidad de Cristina y solicitaba la colaboración ciudadana. Desafortunadamente, el esfuerzo por encontrarla ha terminado de manera desgarradora en este nuevo año, marcando un doloroso inicio de 2025 para su familia y amigos.

Ante esta tragedia, las autoridades han querido recordar la importancia de la salud mental. El Ministerio de Sanidad, junto al Principado de Asturias, mantiene el servicio telefónico 024 de prevención del suicidio, un recurso destinado a ofrecer apoyo psicológico gratuito y confidencial. Este servicio es fundamental para quienes están pasando por momentos difíciles, y se instó a quienes lo necesiten a no dudar en buscar ayuda. La sociedad debe unirse para estar alerta y brindar apoyo a quienes más lo necesitan.