Un trágico incidente ocurrido este domingo, 29 de septiembre, ha dejado un saldo de tres personas fallecidas en la colisión de un helicóptero con una línea de alta tensión en una zona rural cerca del Monte Picayo, dentro del término municipal de Puçol.

Los primeros informes indican que el accidente sucedió aproximadamente a las 10.00 de la mañana. A la escena del siniestro acudieron rápidamente agentes de la Guardia Civil, bomberos del Consorcio Provincial y servicios de emergencias, quienes lamentablemente no pudieron hacer nada para salvar a las víctimas y solo pudieron certificar su muerte.

El helicóptero era parte de un equipo de Iberdrola que se encontraba realizando inspecciones a la red eléctrica cuando ocurrió el accidente. Las primeras investigaciones sugieren que un deslumbramiento del sol a esa hora podría haber impedido que el piloto identificara los cables de alta tensión hasta que fue demasiado tarde. El impacto se produjo cuando uno de los patines de aterrizaje del helicóptero tocó los cables, provocando una pérdida de control y el posterior descenso de la aeronave sobre un huerto cercano al antiguo casino Monte Picayo. El impacto también rompió el cableado de alta tensión, generando más peligro en la zona.

Un testigo del suceso, una mujer que se disponía a entrar en su vehículo, logró salvar su vida cuando uno de los cables dañados cayó cerca de ella; afortunadamente, estaba dentro del coche y los neumáticos actuaron como una jaula de Faraday, protegiéndola de electrocuciones.

Los equipos de rescate encontraron los cuerpos de dos de los trabajadores dentro del helicóptero, mientras que el tercer cuerpo había sido expulsado por la fuerza del impacto. Rápidamente, se implementó un operativo de emergencia, incluyendo unidades de rescate y un helicóptero de rescate con un médico a bordo.

Los bomberos han establecido un dispositivo de seguridad en el área, puesto que el estado del cableado de alta tensión es preocupante, con varios cables seccionados y un tercero en riesgo de colapso. La amenaza de un posible incendio debido al combustible del helicóptero también ha llevado a las autoridades a acordonar una gran parte de la zona para prevenir incidentes adicionales.

Los testigos afirman que los cables caídos se comportaron de manera destructiva, causando daños significativos, incluso fracturando muros cercanos. Los bomberos permanecerán en la escena hasta que se restablezca la normalidad y se garantice la seguridad en la zona.

Los tres fallecidos eran operarios de una empresa especializada en la inspección de líneas eléctricas. Iberdrola ha expresado su profundo dolor y condolencias a las familias de las víctimas, subrayando que los trabajos de mantenimiento suelen realizarse durante los fines de semana para minimizar interrupciones en el suministro eléctrico. Este lamentable episodio recuerda la importancia de seguir protocolos de seguridad estrictos en operaciones aéreas de este tipo, que a menudo implican riesgos significativos.