La situación en Venezuela continúa siendo alarmante después de la controvertida reelección del presidente Nicolás Maduro. Este jueves, se confirmó la muerte de Jesús Martínez, un opositor venezolano de 36 años, quien perdió la vida mientras se encontraba bajo custodia del régimen. Según informes, su fallecimiento fue el resultado de complicaciones de salud, que incluían un problema cardíaco vinculado a una diabetes tipo II.

Martínez murió en un hospital de Barcelona, y su familia había denunciado anteriormente el grave estado de una de sus piernas, que presentaba necrosis y requería amputación. El activista era miembro del partido Vente Venezuela, liderado por la opositora María Corina Machado, quien ha calificado la reelección de Maduro como un fraude y sostiene que el verdadero ganador de las elecciones del 28 de julio fue Edmundo González Urrutia.

Martínez fue arrestado el 29 de julio, solo horas después de la impugnada proclamación de Maduro, un evento que provocó protestas masivas en todo el país, las cuales fueron reprimidas con violencia por las fuerzas de seguridad. Su arresto se produjo mientras vigilaba los votos de la oposición, lo que ha sido considerado un acto de represión política.

Machado, desde la clandestinidad, expresó su indignación en la red social X: "Es un crimen más de Maduro y su régimen. Jesú s murió en sus manos, en condiciones inhumanas. Fue secuestrado simplemente por ejercer su derecho y deber ciudadano". Además, denunció que Martínez fue detenido "sin orden de allanamiento ni justificación alguna", y que sufrió un trato brutal durante su tiempo en los calabozos de Anzoátegui, donde las condiciones higiénicas eran deplorables.

La muerte de Jesú s Martínez resalta la grave crisis de derechos humanos en Venezuela y la creciente represión contra cualquier forma de oposición al régimen. Organizaciones internacionales han hecho llamados urgentes al gobierno venezolano para que se respeten los derechos de los detenidos y se investiguen las circunstancias que rodean la muerte de Martínez.

Este trágico suceso se suma a una larga lista de violaciones de derechos humanos en el país, y plantea la necesidad de una intervención internacional que ayude a restaurar la democracia en Venezuela.