
Tragedia en Palermo: Investigaciones en torno a la muerte de un guardia de seguridad
2025-04-02
Autor: Francisco
En la madrugada de este miércoles, un guardia de seguridad de 56 años, identificado como Fabián Oscar Villarruel, falleció en la entrada del conocido boliche Makena, ubicado en la calle Fitz Roy al 1500, en el barrio de Palermo, CABA. Su muerte se produjo tras descompensarse, pocos minutos después de haber tenido un tenso forcejeo con un cliente al que debió expulsar por su comportamiento inapropiado.
A pesar de la confusión que rodea el incidente, desde la discoteca han insistido en que el forcejeo no fue el causante del deceso. Un portavoz del boliche comentó: “Sacaron a un chico por estar borracho, pero no hubo ninguna pelea que terminara en un ataque”. La situación se tornó crítica cuando el guardia, después de charlar y reírse con sus compañeros, se desplomó y dejó de responder.
Ante la emergencia, se llamó al 911 y el personal de la Policía de la Ciudad, junto con el SAME, acudió rápidamente al lugar. Los paramédicos intentaron reanimar a Villarruel, aplicándole maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), pero lamentablemente, al llegar al Hospital Fernández, se confirmó que había fallecido debido a un paro cardiorrespiratorio.
Las investigaciones sobre el trágico evento han sido trasladadas a la División Homicidios de la fiscalía de la Ciudad, que está analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad del boliche y de las cercanías para aclarar las circunstancias que rodearon la muerte del guardia. Makena aseguró que en sus videos se puede observar el momento del forcejeo y el derrumbe de Villarruel, reiterando que no hubo actos de violencia.
Por otro lado, la tragedia de Villarruel no es un caso aislado en el barrio de Palermo. Solo el año pasado, un adolescente de 17 años fue herido de bala en la cercanía de otro boliche, un incidente que dejó a la comunidad alarmada por la creciente violencia en la zona nocturna. Esta serie de eventos ha levantado preocupaciones sobre la seguridad en los espacios de esparcimiento, llevando a un llamado urgente de medidas más estrictas y protocolos de seguridad más robustos en la vida nocturna de la ciudad.
Más allá de la pérdida de un miembro del personal de seguridad, esta situación pone de relieve las tensiones que se viven en el ambiente de la diversión nocturna, donde la convivencia entre la diversión y la seguridad a menudo se ve amenazada por incidentes de esta índole. La historia continúa desarrollándose y las autoridades buscan hacer justicia para esclarecer lo sucedido en esta inquietante tragedia.