El trágico suceso del 22 de agosto

Era un viernes normal en Monforte, Lugo, cuando dos agentes de la Policía Local, Eusebio Cuesta y Francisco Cao, realizaban su turno de noche. Todo parecía tranquilo hasta que, cerca de las 02:00 horas, un vehículo comenzó a maniobrar de forma sospechosa. No sabían que al volante se encontraba un guardia civil en la reserva por problemas de salud.

La persecución fatídica

Al dar el alto al coche, el conductor se negó a someterse a la prueba de alcoholemia, optando por acelerar su escape. La intervención de los agentes locales se convirtió en una peligrosa persecución que duró cerca de tres kilómetros, hasta que el vehículo policial perdió el control y chocó contra un edificio.

Una pérdida devastadora

Los primeros en llegar tras el accidente fueron los agentes de la Policía Nacional. Lamentablemente, Eusebio Cuesta, de solo 33 años, murió en el acto, mientras que su compañero Francisco fue trasladado al hospital con heridas. La conmoción en la comunidad fue instantánea.

Investigación y medidas cautelares

La jueza del Tribunal de Primera Instancia decidió liberar al guardia civil implicado en el incidente, aunque le retiró el carné de conducir. Aún se le investiga por desobediencia y negarse a las pruebas de alcohol, con la posibilidad de que se sumen más cargos.

Un legado familiar y el duelo en Monforte

Eusebio era una figura muy apreciada en Monforte. Provenía de una familia de policías; su padre y su abuelo también sirvieron en la misma fuerza. Tras su traslado de Ferrol, había regresado a su hogar hacía tres años.

Solidaridad y homenaje de la comunidad

El alcalde, José Tomás Roca, expresó las condolencias de la comunidad, anunciando que se le concederá una medalla de honor y que habrá tres días de luto oficial. Se organizó también el funeral, donde se realizaron los homenajes correspondientes, mostrando el profundo respeto de sus compañeros y la comunidad hacia Eusebio.

Una despedida emotiva

La misa de funeral tuvo lugar en la iglesia de San Antonio, con la presencia de numerosos compañeros y amigos, reflejando el impacto que su fallecimiento ha tenido en todos. La historia de Eusebio Cuesta sigue resonando en Monforte, un recordatorio de la valentía y el servicio de quienes eligen proteger a su comunidad.