La famosa regata Sydney-Hobart se ha visto nuevamente marcada por la tragedia en su edición 2023, mientras competidores desafían implacables condiciones meteorológicas. El primer trágico incidente ocurrió cuando el barco Flying Fish Arctos se encontraba a unas 30 millas náuticas al este-sureste de Ulladulla. Un miembro de la tripulación fue gravemente herido tras ser golpeado por la botavara, un componente crucial que sostiene la vela mayor. A pesar de los esfuerzos de sus compañeros para reanudarlo mediante maniobras de reanimación cardiopulmonar, no lograron salvar su vida.

El segundo accidente fatídico tuvo lugar en el Bowline, también a causa de un golpe con la botavara, cuando navegaba a 30 millas náuticas al este-noreste de Batemans Bay. Nuevamente, los intentos de resucitar a la víctima resultaron infructuosos. Las circunstancias de estos incidentes están siendo investigadas, y la organización no ha podido proporcionar detalles específicos sobre las identidades de las víctimas, ya que se encuentran contactando a los familiares.

Este desgarrador suceso recuerda a la tragedia de 1998, cuando seis marineros perdieron la vida durante una edición de la Sydney-Hobart marcada por un huracán devastador, que hundió cinco embarcaciones y llevó a reformas severas en los protocolos de seguridad de la regata. Desde entonces, la Rolex Sydney Hobart ha continuado siendo un importante desafío y aventura para los amantes de la navegación, pero este año se siente particularmente sombrío por la pérdida de vidas humanas en el mar.

Horas antes de los fatalidades, el favorito de la competición, el Master Lock Comanche, sufrió un contratiempo significativo al romper la vela mayor, lo que le impidió competir por su propio récord de 2017, cuando completó el trayecto en solo 1 día, 9 horas y 15 minutos. Otro decepcionante resultado llegó del equipo español, que tuvo que retirarse en el Cabo Green, y se une a una lista creciente de embarcaciones que han enfrentado adversidades en esta edición.

El barco LawConnect, con una notable tripulación que incluye a los españoles Carlos Hernández, Simbad Quiroga y Antonio ‘Ñeti’ Cuevas-Mons, se posiciona como líder actual en la carrera. Alice Parker, navegante del Master Lock Comanche, relató el momento del accidente: “Estábamos a punto de desplegar el A4, cuando de repente escuchamos un estruendo enorme y el barco colapsó. El mástil se quebró a metro y medio por encima de la cubierta.”

Lamentablemente, el Alive, defensor del título, también se retiró tras reportar problemas mecánicos solo tres horas después de la salida, seguido por el Transcendence Rudy Project. En total, tras las primeras 24 horas de la regata, hasta 17 barcos han abandonado la contienda, intensificando el sentimiento de angustia y desesperación en esta emblemática competición.