El 14 de diciembre, el mundo de la moda y los negocios se conmocionó con la trágica noticia sobre Isak Andic, el fundador y presidente no ejecutivo de Mango. El empresario falleció tras caer al vacío mientras disfrutaba de una excursión familiar en las impresionantes cuevas de salnitre de Collbató, en Barcelona, cayendo desde una altura de 150 metros.

Jonathan, el hijo de Isak y actual presidente ejecutivo de Mango, fue quien alertó a los servicios de emergencia de la fatídica caída. Según su relato, justo antes del accidente, escuchó un deslizamiento de piedras y al volver la vista se encontró con la desgarradora imagen de su padre perdiendo el equilibrio y cayendo. Esto ocurrió alrededor del mediodía, un momento que se convirtió en la peor pesadilla para la familia.

La familia de Andic ha expresado su profundo dolor y ha solicitado privacidad en este momento tan difícil. Isak, de 63 años, no solo fue pionero en la industria de la moda con su visión empresarial, sino que también dejó un legado en la comunidad, apoyando múltiples iniciativas sociales y culturales.

Isak Andic había recorrido este sendero en varias ocasiones, acompañado de su esposa, Estefania Knuth, golfista profesional de 51 años, y su hijo Jonathan. Hay una profunda tristeza en su círculo cercano, donde su partida deja un vacío irremplazable.

En la comunidad empresarial, su legado perdurará por sus contribuciones al crecimiento de Mango, una de las principales cadenas de moda en el mundo. La familia ha pedido a los medios de comunicación que respeten su duelo y ha expresado su gratitud por el apoyo recibido.

Este trágico suceso nos recuerda la fragilidad de la vida, y cómo un momento puede cambiar todo. La noticia ha levantado olas de condolencias en redes sociales, destacando el impacto que tuvo Isak en la moda y en las vidas de quienes lo conocieron.