El lunes, un ataque aéreo israelí contra el Hospital Nasser, ubicado en el sur de Gaza, dejó un saldo devastador de cinco periodistas muertos, incluyendo a Mariam Dagga, una reportera gráfica de 33 años que había estado reportando sobre la crisis humanitaria en la zona.

La Associated Press expresó su profunda tristeza por la pérdida de Dagga y otros colegas, enfatizando el compromiso de proteger a sus periodistas en medio de un conflicto tan peligroso.

Testigos informaron que dos misiles impactaron el hospital en rápida sucesión, causando una masiva explosión que atrapó a varios periodistas y rescatistas. En total, se reportaron al menos 20 muertes.

La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el incidente como un "trágico percance" y aseguró que el Ejército está llevando a cabo una investigación. Sin embargo, medios locales indicaron que las fuerzas israelíes dispararon misiles con el objetivo de destruir una cámara de vigilancia de Hamás que se encontraba en el techo del hospital.

La situación para los periodistas en Gaza es crítica. Según informes, 189 periodistas palestinos han perdido la vida durante los últimos 22 meses de conflicto, cifra que supera ampliamente a los 18 periodistas que han muerto en la guerra de Rusia y Ucrania.

Dagga, quien solía documentar las duras realidades del hospital y la escasez de alimentos, vivió constantemente la misma precariedad que muchos de sus compatriotas. Su hijo, de 13 años, fue evacuado, mientras que ella tuvo que desplazarse en múltiples ocasiones debido a los combates.

El director general de Reporteros Sin Fronteras advirtió sobre el alarmante retroceso en la seguridad de los reporteros, subrayando que el Ejército israelí ha llevado a cabo ataques que han resultando en la muerte de periodistas, tanto de manera indiscriminada como deliberada.

A medida que las tensiones crecen, la Asociación de Prensa Extranjera ha solicitado una revisión por parte del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el incumplimiento de Israel al proteger a los periodistas en tiempos de guerra.

Mientras tanto, Israel continúa negando la entrada de medios internacionales, dejando a las organizaciones de noticias dependientes de las coberturas de periodistas locales. La peligrosa realidad para los comunicadores en Gaza solo se acentúa, haciendo un llamado urgente a la comunidad internacional para que actúe.