Nuestra nación ha sido golpeada por uno de los peores temporales del siglo, con lluvias catastróficas que han resultado en al menos 223 muertes, principalmente en Valencia. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un nuevo decreto de ayuda para las víctimas de este desastre natural, que contempla 110 medidas valoradas en 3.765 millones de euros, a sumarse a los 10.600 millones anunciados la semana pasada. La situación ha generado una creciente presión sobre el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien fue objeto de una masiva manifestación exigiendo su dimisión el pasado fin de semana.

Aún sin recuperarse completamente de la primera DANA, una segunda ola de intempéries ya está azotando a España, con la zona mediterránea siendo la más vulnerable. Las condiciones climáticas han desencadenado nuevas tragedias:

- Los desgarradores cuerpos de Rubén e Izan, dos niños de 5 y 3 años desaparecidos en la primera DANA, han sido hallados sin vida.

- Una nueva DANA ha activado alertas en ocho comunidades, con dos provincias en estado de alerta roja debido a las intensas lluvias esperadas.

- Se ha establecido un protocolo de emergencia, y expertos advierten sobre la importancia de la tecnología, como drones, para garantizar la comunicación durante desastres futuros.

El Tribunal Supremo ha comenzado a recibir denuncias contra funcionarios, incluyendo a Sánchez y Mazón, por mala gestión durante la emergencia. Las quejas se basan en la presunta omisión del deber de socorro y homicidio imprudente.

Por su parte, la oposición, liderada por Vox, ha acusado al Gobierno de no actuar apropiadamente ante la crisis, señalando que no se utilizaron todos los recursos disponibles desde el comienzo de la emergencia. En respuesta, la ministra de Defensa, Margarita Robles, defendió que se actuó dentro del marco de competencias de la Comunidad Valenciana.

La AEMET ha emitido alertas que advierten sobre lluvias que pueden acumular hasta 180 l/m² en 12 horas, lo que amplifica la preocupación por posibles desbordamientos de ríos y nuevas inundaciones.

En Málaga, más de 3.000 personas fueron evacuadas el martes, y los hospitales han experimentado serios daños, incluyendo el Hospital Clínico que quedó inundado. Por otro lado, los servicios de emergencia han tenido que hacer frente a un aluvión de llamadas al 112, que ya ha recibido más de 500 solicitudes de ayuda.

La gestión de estas crisis está siendo ampliamente criticada; algunos creen que el paso del tiempo ha dejado claro que la respuesta tanto de las administraciones locales como del Gobierno fue insuficiente y tardía.

Mientras tanto, en un esfuerzo por ayudar a los afectados, **Mercadona** ha anunciado una donación de 40 millones de euros para sus empleados que sufrieron pérdidas significativas.

En un escenario de desastre que sigue evolucionando, el camino hacia la recuperación parece extenso y lleno de retos. El tiempo lo dirá, pero el Gobierno ya debe rendir cuentas y garantizar que no se repitan errores que han generado tanto sufrimiento.