Este domingo, la localidad valenciana de Enguera vivió una tragedia inesperada durante sus tradicionales festejos taurinos. Una mujer ha fallecido tras ser corneada por un toro, un incidente que ha conmocionado a la comunidad y que ha llevado a las autoridades a suspender diversos actos programados.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 17:30 horas, cuando, según informes de la Guardia Civil y testigos presenciales, la mujer sufrió una herida en la zona de la axila tras un desafortunado error que la llevó a cruzar una zona restringida del recinto. Al parecer, al girar una esquina, fue alcanzada por el toro, quedando inconsciente en el acto. A pesar de los esfuerzos por su rápida evacuación y el traslado en ambulancia al Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva, lamentablemente, no se pudo salvar su vida.

Tras esta tragedia, el Ayuntamiento de Enguera tomó la decisión de cancelar la actuación de la orquesta prevista para esa misma noche, así como los eventos de los Quintos, y los actos taurinos programados para los días siguientes. También se aplazaron las procesiones organizadas por la parroquia local hasta el próximo sábado 5 de octubre.

Como homenaje a la mujer fallecida, el castillo de San Miguel será disparado esta noche, según anunciaron las autoridades a través de sus redes sociales. Además, la Conselleria de Justicia e Interior ha decidido suspender el acto de constitución de la nueva Comisión de trabajo para la regulación de los Bous al Carrer, que se iba a llevar a cabo hoy, como muestra de respeto por la tragedia ocurrida.

Este trágico accidente ha reavivado el debate sobre la seguridad en los festejos taurinos y la necesidad de implementar medidas que protejan a los asistentes. Aunque estos eventos forman parte de la cultura y tradiciones de la región, se plantea la urgencia de evaluar los protocolos de seguridad para prevenir situaciones similares en el futuro.

Desde las autoridades locales, se han expresado profundas condolencias a la familia de la víctima y a todos los habitantes de Enguera, que se encuentran en estado de shock tras este fatídico incidente. Las festividades, que en un principio deberían ser motivo de celebración, se convirtieron en un luto colectivo que nos recuerda la fragilidad de la vida.