Pocos aficionados a las artes marciales mixtas (MMA) y aún menos seguidores del fútbol en España podrían haber anticipado hace un tiempo que el próximo 26 de octubre de 2024 se enfrentarían a un dilema sin precedentes. Esa noche, el Real Madrid se medirá al Barcelona en un emocionante Clásico en el Santiago Bernabéu, una de las citas más esperadas del calendario deportivo. Sin embargo, ese mismo día, el hispanogeorgiano Ilia Topuria defenderá por primera vez su título de campeón de la UFC en un combate principal contra Max Holloway.

La situación se complica porque ambos eventos tienen horarios que podrían solaparse. El partido comenzará a las 21:00, pero la cartelera estelar del UFC 308 en Abu Dhabi empezará a las 20:00 en España. Dado que Topuria será el principal atractivo de la noche, su pelea podría comenzar entre las 22:00 y las 22:30, lo que coincide justo con la segunda mitad del Clásico.

Topuria, fan incondicional del Real Madrid, ha expresado su descontento en la rueda de prensa previa al combate. "Me duele que los aficionados no tengan la oportunidad de disfrutar de ambos eventos. Este horario fue impuesto, y lamentablemente, parece que ahora tengo que noquear primero a quien se le ocurrió programar mi pelea en la misma noche que El Clásico".

Se ha discutido que, para evitar que estos eventos se empalmen, la UFC debería retrasar el inicio de su evento estelar. Sin embargo, es poco probable que esto suceda, ya que en el pasado, las carteleras estelares de la UFC no han tenido pausas significativas. Solo en una ocasión, durante el UFC 306 en Las Vegas, la compañía optó por intercalar videos y espectáculos en su programa, aprovechando las características del recinto, algo que no es habitual.

La realidad es que, salvo excepciones, la UFC no suele esperar por nadie. Esto se evidenció en noviembre de 2019, cuando Óscar de la Hoya tuvo que retrasar la pelea entre Saúl 'Canelo' Álvarez y Sergey Kovalev para que culminara el UFC 244 en el Madison Square Garden de Nueva York, lo que desató críticas entre los aficionados.

Este enfrentamiento de horarios plantea la pregunta: ¿podrán los fanáticos disfrutar de ambos espectáculos o se verán obligados a elegir? Con más de 80,000 espectadores esperados en el Bernabéu, y millones más frente al televisor, una cosa es segura: la atención del público estará dividida, y el futuro de las programación de eventos deportivos en España podría verse alterado por este tipo de colisiones.