Finanzas

¡Tesla y Polestar marcarán la diferencia para los fabricantes de coches! Descubre cómo evitan las multas de la UE por emisiones

2025-01-09

Autor: Ana

El año 2024 se presenta crucial para los fabricantes de automóviles, especialmente para aquellos que aún no cuentan con una gama electrificada. La normativa CAFE (Clean Air For Europe) que comenzó a aplicarse el 1 de enero de este año establece que las emisiones de CO2 por vehículo no deben superar los 93,6 gr/km en los 27 países de la Unión Europea. Esto implica que cualquier marca que supere este límite puede enfrentarse a multas de hasta 95 euros por cada gramo adicional de emisiones.

Este año es aún más crítico, dado que el límite se reduce a 49,5 gr/km, con la meta de eliminar la venta de vehículos de combustión interna para 2035. Esto ha dejado a muchos fabricantes automovilísticos en una posición incómoda. La solución más lógica y efectiva sería aumentar las ventas de vehículos eléctricos, pero no todos los fabricantes tienen la capacidad para ello.

Debido a esta presión, algunas marcas están optando por cooperar: al crear fondos para comprar créditos de carbono a aquellos fabricantes que poseen en su mayor parte modelos eléctricos o híbridos. Esta estrategia permite a las empresas "unir" sus emisiones y adquirir derechos de emisiones, lo que podría disminuir su contaminación promedio.

Alianzas clave en la industria

Hasta ahora, se han formado dos bloques principales de alianzas. Un grupo incluye a Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru, quienes buscan asociarse con Tesla. Por el otro lado, Mercedes está en conversaciones para vincularse con Polestar, Volvo y Smart, todas ellas marcas bajo el paraguas de Geely, el gigante chino de la automoción.

Cabe resaltar que Polestar y Smart se especializan en la producción exclusivamente de coches eléctricos, mientras que Volvo también tiene una variedad de modelos híbridos enchufables (PHEV). Gracias a sus gamas electrificadas, estas marcas pueden comercializar sus créditos excedentes para ayudar a aquellos que no logran cumplir con los límites impuestos.

Las estimaciones sugieren que Tesla podría generar hasta 1.000 millones de dólares (más de 971 millones de euros) por la venta de sus derechos de emisiones. Por su parte, Volvo ha declarado que está en camino de cumplir con los objetivos de emisiones establecidos para 2025, con una reducción de más del 40% en sus emisiones por vehículo desde 2018. De enero a septiembre de 2024, las ventas de créditos representaron aproximadamente el 0,3% de sus ingresos totales.

Según informes de Reuters, ambos consorcios están abiertos a que otros fabricantes se unan a ellos. Los interesados deben presentar sus solicitudes antes del 5 de febrero para la alianza liderada por Tesla y antes del 7 de febrero para la coalición encabezada por Mercedes. Además, deberán notificar a la Comisión Europea sobre sus acuerdos antes del 31 de diciembre de cada año.

¿Riesgos en juego?

Sin embargo, el Grupo Renault ha expresado preocupaciones sobre el impacto de este mecanismo en la industria automovilística europea a largo plazo, especialmente frente a la competitividad de los fabricantes estadounidenses y asiáticos. El CEO del Grupo Renault, Luca De Meo, que anteriormente presidió la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), estima que las normas de 2025 podrían costar a los fabricantes europeos hasta 15.000 millones de euros.

Estos movimientos para compartir emisiones se producen en un momento en que ACEA reclama un alivio a estas estrictas normas de la UE. Algunos gobiernos europeos, como el italiano, han solicitado una suspensión de las multas, mientras que Francia intenta formar un frente común contra las decisiones del ejecutivo comunitario liderado por Ursula von der Leyen.

En conclusión, la carrera hacia la electrificación en la industria automotriz se intensifica y las alianzas entre fabricantes parecen ser la clave para sortear las complejidades de las regulaciones de emisiones y mantenerse competitivos en un mercado cada vez más exigente y regulado.