El drama de María de la Paz en su propia vecindad

María de la Paz, una residente de Fene, ha llegado al límite tras denunciar a otra mujer de su localidad en cinco ocasiones en las últimas semanas. Desde daños a su coche hasta amenazas y, más recientemente, una brutal agresión.

Una agresión que cambió todo

Este lunes, la situación escaló de manera alarmante. "Volvía de poner otra denuncia ante la Guardia Civil por daños en mi coche, cuando la mujer me atacó. Me arañó, me golpeó y me gritó: '¡Así pega una mora!'", contó María visiblemente afectada. Vivir con miedo se ha vuelto su nueva realidad, al punto que sus hijos se turnan para esperarla después del trabajo.

El violento encuentro con testigos

Según relata, el incidente ocurrió después de dejar la comisaría. Al llegar a su casa, la agresora y su hijo la estaban esperando en la calle. Mientras su hijo grababa, la mujer le propinó una paliza, haciendo que María temiera por su vida cuando su cabeza golpeó el asfalto.

Intervención de la comunidad y la policía

Los gritos de socorro de María fueron escuchados por los vecinos, quienes no dudaron en llamar a la Policía Local de Fene y a la Guardia Civil. Se alertó incluso a una ambulancia, aunque María prefirió acudir al ambulatorio por su cuenta tras el ataque. Después, regresó al cuartel para presentar otra denuncia.

El origen del conflicto revivido

El problema entre ambas mujeres parece tener raíces en disputas por el aparcamiento. María explica que estaciona su vehículo en un descampado que la otra mujer ha intentado reclamar. Desde que comenzó el hostigamiento, su coche apareció con las ruedas desinfladas y rayones. Un intento de vandalismo aún más curioso involucró un cubo de pintura que, por suerte, erróneamente fue arrojado sobre otro automóvil.

Un clamor por justicia y seguridad

María no solo denuncia agresiones físicas, sino también una ola constante de amenazas, insultos e intimidaciones. Hace un llamamiento a las autoridades para que actúen y pongan fin a este acoso que ella y sus hijos no deberían tolerar. La comunidad de Fene está al tanto y muchos vecinos se manifestaron preocupados por la creciente violencia en el vecindario.