En una sorprendente revelación, a las 15:30 de la tarde en España se susurró la noticia de que Juan Lebrón y Ale Galán jugarían juntos en la final del Mundial contra Argentina. Esta posibilidad, que circulaba en los pasillos del complejo Khalifa International Tennis & Squash en Doha, se mantuvo en la más estricta confidencialidad, orquestada por el seleccionador español, Juanjo Gutiérrez.

Gutiérrez, en una rueda de prensa posterior a las semifinales contra Italia, fue categórico: "No hay ninguna posibilidad de que Lebrón y Galán jueguen juntos". Sin embargo, lo que en un principio parecía una afirmación rotunda, no era más que una hábil maniobra de distracción. A las pocas horas, quedó claro que se trataba de una estrategia para despistar a los entrenadores rivales, Rodri Ovide y Gaby Reca.

Ovide, un veterano del pádel, ya había anticipado esta jugada. En una entrevista en Relevo, manifestó su impresión de que Lebrón jugaría a la derecha junto a Galán, sugiriendo que los dos formarían una pareja similar a la del anterior Mundial. Su comentario hizo eco en la comunidad del pádel, que ya esperaba ver al dúo en acción nuevamente.

La verdadera razón detrás de la reticencia de Gutiérrez radica en su estrategia para mantener un as en la manga, alineando a una de las parejas más exitosas en la historia del pádel. Ambos jugadores no solo son reconocidos por su talento, sino también por su gran compatibilidad en la cancha. Según Gutiérrez, "No creo que su relación sea tan mala como parece. Ellos me han comentado que no tienen ningún problema en convivir como equipo. Siempre han mostrado una gran disposición para competir por España".

Un regreso de Lebrón y Galán en una pista de pádel, especialmente en un evento tan prestigioso como el Mundial, podría ser una oportunidad única para cerrar viejas heridas y unir fuerzas en pro del éxito español. Durante estos días previos a la esperada final, el equipo ha estado trabajando incansablemente en grupo, con los jugadores plenamente conscientes de la posibilidad de compartir la cancha de nuevo.

Mientras la expectativa aumenta y las especulaciones se intensifican, los seguidores del pádel estarán pegados a sus pantallas, ansiosos por ver si la sorprendente revelación se convierte en una realidad en la gran final.