En un giro dramático de los acontecimientos, Israel ha dejado claro su firme postura contra la Flotilla de la Libertad y su célebre activista, Greta Thunberg. Este domingo, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, lanzó una advertencia contundente: 'Den la vuelta, porque no llegarán a Gaza'.

Katz, en declaraciones transmitidas por su oficina, ordenó a las Fuerzas de Defensa de Israel que tomen todas las medidas necesarias para impedir que el barco Madleen, que lleva ayuda humanitaria a Gaza, llegue a su destino. Lo calificó explícitamente como un intento antisemita por parte de Thunberg y sus compañeros.

El barco, con una tripulación de 12 activistas, incluido Thunberg, arribó este domingo a las costas de Egipto antes de proseguir su viaje hacia la Franja de Gaza. Flydbajado bajo la bandera británica, Zarpo desde Sicilia, el Madleen representa una misión de esperanza, pero se enfrenta a una dura oposición.

Katz defendió el cierre naval argumentando que es esencial para evitar la transferencia de armas a Hamas, quienes, según él, perpetran crímenes de guerra y tienen secuestrados a rehenes israelíes.

Entre los activistas a bordo se encuentra la defensora de derechos humanos alemana, Yasemin Akar, quien expresó su preocupación sobre la posibilidad de un ataque por parte del ejército israelí. 'Si Israel decide atacarnos, será otro crimen de guerra', advierte, resaltando que su misión se lleva a cabo con la convicción de que lograrán desembarcar en Gaza.

Este tenso viaje sigue a un incidente previo, donde otro barco de la Flotilla, el Conscience, fue atacado por drones mientras navegaba cerca de Malta. Aunque el grupo culpó a Israel, el país nunca ha asumido la responsabilidad.

La eurodiputada Rima Hassan, también en el Madleen, hizo un llamamiento a los gobiernos del mundo para que garanticen un paso seguro para la Flotilla. Ha destacado que más de 200 legisladores europeos han solicitado a Israel que permita la llegada del barco y la entrada urgente de su carga humanitaria.

La Flotilla de la Libertad, establecida en 2010, busca visibilizar la situación de los palestinos y promover una acción humanitaria, desafiando el bloqueo que Israel impone sobre Gaza. La misión es políticamente delicada y está generando controversia internacional.