El intenso resentimiento que siente Jayson Tatum hacia los Golden State Warriors, y especialmente hacia su entrenador Steve Kerr, quedó expuesto de manera impactante en San Francisco, donde los Celtics aplastaron a los Warriors 85-125. Tatum brilló con 40 puntos, mientras que su compañero Jaylen Brown añadió 17. Por otro lado, Stephen Curry luchó solo, finalizando con 18 puntos en un esfuerzo que no fue suficiente para frenar la arrolladora actuación de Boston.

La amarga derrota en las finales de 2022 todavía pesa en la mente de los jugadores de los Celtics, quienes sintieron un dolor profundo tras perder ante Golden State. En una emotiva reflexión, Tatum llegó a llorar tras aquella derrota, reprochándose por no haber podido cumplir con las expectativas de sus seguidores y su familia.

Aunque el anillo obtenido en junio parecía haber cerrado esa herida, el verano pasado la rivalidad se avivó nuevamente cuando Kerr decidió no incluir a Jaylen Brown en la selección de Team USA para los Juegos Olímpicos, algo que muchos vieron como una falta de respeto. Además, Tatum fue relegado a un papel secundario en el equipo, lo que aumentó aún más la tensión entre él y los Warriors. Una imagen que se hizo viral mostró a Tatum y Brown ignorando a Kerr después de un partido, evidenciando la falta de comunicación y el desdén hacia el entrenador.

La derrota del equipo californiano fue un duro golpe tras haber logrado un par de victorias contra los Timberwolves y Wizards. Curry, en un intento de calmar los rumores de un posible traspaso, declaró que las voces que pedían un nuevo jugador estrella para unirse a él estaban exagerando. Sin embargo, su rendimiento en el campo fue desalentador, con un porcentaje de 4/12 en triples, reflejando que quizás hubiera algo de verdad en esas críticas. Moses Moody fue el único que aportó algo de luz en un equipo que se oscurecía con su pobre rendimiento, anotando 13 puntos. Kristaps Porzingis también destacó con 18 puntos, sumándose al show de los Celtics.

La falta de jugadores clave como Jonathan Kuminga, Brandin Podziemski, y la reciente lesión de Draymond Green (quien estará fuera una semana) han dejado a los Warriors en una situación complicada. Sin embargo, el desempeño de algunos jugadores ha dejado mucho que desear. Andrew Wiggins fue especialmente decepcionante, con solo 4 puntos tras un ineficaz 1/11 en tiros, mientras que Buddy Hield y Dennis Schröder también tuvieron actuaciones pobres que no ayudaron al equipo.

Con el primer tiempo concluyendo 39-54 a favor de Boston, el tercer cuarto se convirtió en un desastre total para los Warriors, que permitieron un arrollador parcial de 24-43, llevando a una desventaja de 63-97 al inicio del último cuarto. La atmósfera en el Chase Center era sombría, reflejando un equipo que carecía de intensidad y emoción, mientras que los Celtics jugaban con confianza.

En un día que algunos llaman Blue Monday, el equipo californiano dejó una imagen deprimente entre lesiones y un rendimiento en declive, dejando a los aficionados en completo silencio y preguntándose qué les depara el futuro.