Steven Pinker: “Entender que la utopía es imposible es clave para la tolerancia y la democracia”
2024-11-05
Autor: María
En una reciente conferencia en Barcelona, el célebre psicólogo y autor Steven Pinker presentó una serie de gráficos que evidencian el progreso humano a lo largo del tiempo, un mensaje que busca inspirar optimismo incluso en los más escépticos. A pesar de este panorama positivo, Pinker reconoce que la violencia, la pobreza y la incertidumbre política siguen presentes, lo que dificulta la percepción de estos avances. Nacido en Montreal y profesor en Harvard, Pinker es reconocido por sus obras como "Los ángeles que llevamos dentro" y "En defensa de la Ilustración", en las que defiende el poder de la razón y el empirismo como motores de mejora para la humanidad.
Durante la charla, se abordaron inquietudes actuales, especialmente con el telón de fondo de las próximas elecciones en EE. UU. Pinker destacó que la naturaleza humana tiende al desorden y a la autocompasión, lo que lleva a muchas personas a rechazar datos sobre el progreso, prefiriendo creer en narrativas que validen sus visiones del mundo.
A la pregunta sobre cómo ha sido posible el progreso, Pinker respondió que los humanos, a pesar de nuestras limitaciones cognitivas, hemos desarrollado instituciones —como las democracias y el periodismo responsable— que permiten reducir errores y promover la verdad en medio del caos. "El progreso es una batalla constante entre las fuerzas del desorden y la racionalidad humanista", afirmó.
Sin embargo, el desafío no se limita solo a la política interna. Pinker también señaló la grave situación de las guerras en Ucrania, Gaza, Sudán y Etiopía, advirtiendo que la percepción de la vida humana varía enormemente según las regiones del mundo. En este contexto, el profesor enfatizó la importancia de basar las decisiones en datos más que en rumores o emociones, pues esto es fundamental para la toma de decisiones que respete el valor de la vida humana.
En cuanto a la crítica que recibió en plataformas digitales, Pinker reflexionó: "Es demasiado fácil movilizar a una turba. La psicología humana hace que busquemos chivos expiatorios". Lo que se plantea, según él, es cómo interactuar en un entorno digital que a menudo se muestra hostil y tóxico, sugiriendo que debe priorizarse la libertad de expresión mientras se crean instituciones que validen la verdad.
Pinker concluyó con una advertencia sobre la percepción de utopía en la política contemporary: "La búsqueda de una utopía perfecta está condenada a fallar y conduce a la represión". Insistió en la necesidad de aceptar que aunque la perfección es inalcanzable, esto no impide el progreso. Entender que las aspiraciones utópicas pueden resultar en atrocidades históricas es fundamental para fomentar una democracia verdaderamente pluralista y tolerante. En lugar de aspirar a un mundo perfecto, debemos reconocer que el progreso se mide en mejoras, no en la perfección.