Valve, la compañía detrás de Steam, ha implementado condiciones que favorecen a los desarrolladores independientes en su plataforma digital, lo que ha llevado a una avalancha de juegos desarrollados de manera casi casera. Sin embargo, este enfoque también tiene sus desventajas, especialmente la insistencia de Valve en que estos desarrolladores no generan suficientes ingresos.

Un costo inesperado. Recientemente, un desarrollador reveló en Reddit un correo electrónico de Valve informándole que sus ingresos no alcanzaban los 100 dólares, un requisito que la compañía estableció para que los creadores puedan cobrar por sus juegos. No es un caso aislado. Otro usuario compartió capturas de pantalla mostrando un sinfín de correos mensuales de Steam, reiterando que sus ingresos estaban por debajo de la cifra mínima y que, por lo tanto, no recibirían pagos en el corto plazo. Este desarrollador se enfrenta a una dura realidad: su juego es gratuito, lo que hace aún más difícil alcanzar ese umbral de ingresos.

Aumenta el umbral mínimo. Desde 2017, Valve cambió su política y estableció un mínimo de 100 euros para que los desarrolladores comenzaran a recibir pagos. Este cambio marcó el fin del antiguo sistema de Steam Greenlight, donde los desarrolladores podían pagar 100 euros y publicar múltiples juegos. Ahora, esos 100 euros actúan como una especie de depósito: Valve se queda con ese dinero si las ventas no superan el monto exigido.

Conflictos entre indies y Steam. A pesar de que este régimen podría parecer ventajoso para los desarrolladores independientes, no ha estado exento de controversias. Antes de hacer este anuncio, Valve había propuesto que los estudios pagaran entre 100 y 5,000 dólares por juego publicado, lo que generó fuertes protestas en la comunidad de desarrolladores. Finalmente, Valve se decidió por la opción más baja de 100 dólares argumentando que era la "tarifa más razonable".

Razonamiento financiero. Según Steam, el motivo detrás del establecimiento de este mínimo es evitar problemas relacionados con costos asociados a los pagos, incluidas posibles tarifas bancarias. La compañía asegura que realizar pagos de montos pequeños podría perjudicar a los desarrolladores. También permite que los estudios establezcan un límite mínimo más alto si las tarifas son demasiado altas para ellos.

Desesperación de los desarrolladores. Un desarrollador que ha estado recibiendo correos de Valve durante siete años reveló que solicitó que le dejaran de enviar emails y que se quedaran con el dinero o lo donaran a organizaciones benéficas, pero su petición fue denegada. Este es el precio que muchos deben pagar por la visibilidad que ofrece la plataforma de Valve, aunque los beneficios nunca lleguen a alcanzar los 100 euros mínimos.

El futuro de los juegos independientes en Steam está en la cuerda floja, y muchos se preguntan si esta política de Valve podría hacer que los nuevos talentos busquen alternativas fuera de la plataforma. ¿Veremos un éxodo de desarrolladores hacia otras tiendas digitales en busca de condiciones más favorables? ¡Solo el tiempo lo dirá!