El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes Perelló, ha sorprendido a todos al proponer al magistrado Dimitry Berberoff como vicepresidente del alto tribunal. Berberoff, quien fue recomendado por el grupo conservador del Consejo, destaca por su extenso conocimiento del funcionamiento del Supremo, habiendo sido director de su Gabinete Técnico entre 2014 y 2018. Desde 2019, también ha sido miembro electo de la Sala Gobierno.

El Pleno del Tribunal Supremo, donde se debatirá y votará la candidatura de Berberoff, se llevará a cabo el próximo miércoles 25 de septiembre, generando expectativas entre los miembros del poder judicial y la opinión pública.

Según la Ley Orgánica del Poder Judicial, para poder ser candidato a este cargo, se requiere ser magistrado del Tribunal Supremo con al menos tres años de antigüedad y estar en servicio activo. Para su nombramiento, se necesita una mayoría de tres quintos del Pleno del CGPJ, es decir, 13 votos.

Berberoff ha sido parte de la Sala Tercera del Tribunal Supremo desde septiembre de 2018, donde se ha desempeñado en la sección de Derecho Tributario y, más recientemente, en temas de admisión. Su carrera comenzó tras obtener su licenciatura en Derecho en la Universidad de Zaragoza en 1992, y unirse a la carrera judicial en 1996. Desde entonces, ha ocupado varios cargos importantes, incluyendo magistrado especialista en el orden contencioso-administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Además, Berberoff ha formado parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 2007 a 2010, participó en la Red de Expertos en Derecho de la Unión Europea y ha servido como enlace de la Red Judicial Europea en el Tribunal Supremo. Su compromiso con la formación se extiende a su rol como profesor asociado en la Universidad Internacional de Cataluña.

Cabe destacar que, durante su mandato como vicepresidente del Tribunal Supremo, Berberoff no podrá ocupar cargos en ninguna asociación judicial, lo que podría generar un cambio en la dinámica de poder dentro del entorno judicial español.

Este movimiento en la cúpula judicial destaca la relevancia de los perfiles conservadores en el Consejo General del Poder Judicial y tiene el potencial de influir en decisiones clave que afecten el sistema judicial en el país.