Gisèle Pelicot continúa su valiente lucha en el juicio contra los 51 hombres que la agredieron sexualmente, en complicidad con su esposo, en un pequeño pueblo francés. En su búsqueda de justicia, ha recibido un fuerte respaldo de varias asociaciones feministas de España que han decidido viajar hasta Francia para mostrarle su apoyo incondicional.

Claudia Teserras, una destacada activista feminista de Barcelona, comparte su experiencia: "Desde el momento en que nos enteramos de su historia, supimos que teníamos que estar allí. Buscamos transporte público y coches de alquiler, y al final, decidimos ir. Fue una decisión que vino desde el corazón".

En el pueblo donde Gisèle reside, se hace más dolorosa la situación: no solo se enfrenta a sus agresores en el juicio, sino que, increíblemente, comparte el mismo espacio en el día a día. Cada mañana, antes de las audiencias, Gisèle se ve obligada a desayunar en la cafetería ubicada frente a los juzgados, donde coinciden con los agresores y sus familias. Esta cruel ironía subraya la necesidad de una reforma judicial que proteja a las víctimas y garantice que agresores no puedan acecharlas en su vida cotidiana.

Para visibilizar esta causa, diversas organizaciones feministas se reunieron en Aviñón, organizando manifestaciones para exigir justicia y transformar el sufrimiento de Gisèle en un grito colectivo por el cambio. Muchas de estas asociaciones están comprometidas a asistir a cada uno de los juicios, prometiendo que su voz no se apagará hasta que se haga justicia. Esta historia está resonando en toda Europa, uniendo a mujeres y hombres en la lucha contra la violencia de género, exigiendo un cambio real y significativo en las leyes que rigen la protección de las víctimas.

La situación de Gisèle no es un caso aislado; refleja la desesperada necesidad de un cambio en nuestras sociedades. La valentía de estas mujeres españolas y la resiliencia de Gisèle Pelicot están inspirando a una nueva generación a levantarse y luchar contra la impunidad. ¡Es momento de actuar y hacer que nuestras voces se escuchen más allá de las fronteras!