Ciencia

«Si alguien viajara en el tiempo desde hace 20 años, diría que ya somos humanos aumentados»

2025-04-08

Autor: Laura

Entrevista con un destacado investigador en neurociencia y robótica.

Estudió ingeniería en la Universidad Politécnica de Valencia y se doctoró en Inteligencia Artificial y Robótica por la Universidad de Edimburgo. Actualmente es catedrático en la Universidad de California-Berkeley y codirector del Centro de Ingeniería Neural y Prótesis de UC Berkeley y UCSF. Cuando se le pregunta cómo se define a sí mismo, responde:

— Soy un ingeniero apasionado por el cerebro. A finales de los 90, me trasladé a Edimburgo para profundizar en inteligencia artificial, un tema que no era muy popular entonces. Allí, comencé a interesarme profundamente por el cerebro y luego, en EE.UU., me enfoqué en investigar con modelos animales, registrando la actividad neuronal, lo que llevó al desarrollo de interfaces cerebro-máquina. Ahora, esa tecnología permite a los humanos controlar dispositivos solo con sus pensamientos.

— Entonces, ¿podemos mover objetos solo con la mente?

— Correcto. Esta tecnología es extremadamente útil, por ejemplo, para personas con parálisis o amputaciones. Las neurotecnologías registran la actividad cerebral y, gracias a la inteligencia artificial, traducen esas señales en comandos que permiten realizar acciones, desde mover un cursor en la pantalla hasta operar una prótesis robótica en el mundo real. Además de leer la actividad cerebral, también podemos 'escribir' en el cerebro mediante estimulación de neuronas, lo que tiene implicaciones fascinantes en la medicina.

— ¿Por ejemplo, cómo ayudar a los enfermos de Alzheimer?

— Actualmente hay desarrollos de neuroprótesis de memoria. Si un área del cerebro se daña, por ejemplo, debido a un ictus, podemos reemplazar la neurona dañada con un chip que imita su función. También se trabaja en crear modelos digitales que aprendan de nuestro pensamiento para recordar información valiosa. La IA está jugando un papel crucial en estos avances en neurotecnología.

— ¿Con dispositivos menos invasivos?

— Así es. Las neurotecnologías invasivas ofrecen mejores resultados, dado que proporcionan mayor resolución al registrar datos cerebrales. Sin embargo, implican más riesgos. Las técnicas no invasivas están mejorando, aunque todavía no alcanzan la precisión de las invasivas. Se está desarrollando el concepto de 'gemelos digitales' que permiten una compensación de la falta de datos directos del cerebro.

— Este avance en neurotecnología suena similar a lo que se está haciendo con Neuralink, la empresa de Elon Musk.

— Efectivamente, Neuralink se apoya en años de investigación previa. La llegada de Musk ha revitalizado el campo gracias a su financiación y visión. Algunos de los creadores fueron mis alumnos, y han desarrollado un implante que promete revolucionar el tratamiento de condiciones neurológicas. Este dispositivo será un avance significativo en comparación con tecnologías existentes, que han permanecido constantes durante años, como los estimuladores de Parkinson.

— ¿Qué diferencias ofrecerá Neuralink con respecto a lo que ya hay en el mercado?

— Neuralink ha innovado mucho en microelectrónica. Aunque la tecnología médica suele ser conservadora debido a implicaciones en la salud, este nuevo implante representa un salto adelante en el sector, a pesar de los temores sobre la posible dominación de la IA que Elon Musk menciona.

— Hablando de Elon Musk, ¿qué piensa sobre su influencia en el avance tecnológico?

— Musk es un disruptor en muchos campos, como la exploración espacial y la automoción. Su concurrencia a industrias dominadas por monopolios ha fomentado la competencia y la innovación. Aunque hay aspectos cuestionables sobre su visión de la IA, es innegable que su labor ha llevado a que se desarrollen tecnologías que beneficiarán a muchos.

— Esta tecnología conlleva cuestiones éticas. ¿Dónde situamos el límite?

— Así como en las redes sociales hay preocupaciones sobre datos y manipulación, la neurotecnología también plantea desafíos éticos. ¿Quién posee los datos generados por el cerebro? En Europa, la legislación es más protectora, pero en EE.UU., estos datos a menudo pertenecen a las empresas. Hay que tener cuidado con las alteraciones en la consciencia que la estimulación cerebral puede generar. Esto plantea preguntas sobre la identidad y la esencia del ser humano.

— Finalmente, ¿cómo imagina el futuro de la neurotecnología? ¿Estamos condenados a ser 'ciborgs'?

— Es posible que avancemos hacia una era donde los humanos y las máquinas se integren de maneras que hoy no podemos ni imaginar. Esto traerá tanto oportunidades como desafíos que tendremos que enfrentar como sociedad.