El Programa Internacional de Vigilancia de la Gripe de la OMS, instaurado en 1954, celebra su séptimo décimo aniversario, un hito que destaca la importancia de la investigación y la respuesta a las epidemias de gripe a nivel mundial. En España, Castilla y León alberga uno de los tres centros de referencia nacionales en Valladolid, reconocido por la OMS para el aislamiento y la caracterización de los virus gripales estacionales.

Bajo la dirección del prestigioso catedrático de Microbiología, José María Eiros, este centro juega un papel crucial en el envío de informes a la Unidad de Enfermedades Víricas de Ginebra. Cada febrero, se propone una selección de cepas para la vacuna destinada al hemisferio norte, mientras que en septiembre se realiza lo mismo para el hemisferio sur. Este proceso de vigilancia es vital para la salud pública, ya que asegura que las vacunas sean efectivas contra las cepas más recientes de la gripe.

Los virus gripales se dividen en cuatro géneros: A, B, C y D, siendo los virus A y B responsables de casi todas las infecciones de gripe en los humanos durante las epidemias anuales. ¿Sabías que el virus A tiene un origen zoonótico? Esto significa que se ha transmitido de animales a humanos, lo que subraya la importancia de la vigilancia global de enfermedades zoonóticas.

Este programa no solo ha permitido el desarrollo de vacunas más efectivas, sino que también ha proporcionado una base para la cooperación internacional en la lucha contra las pandemias. A medida que nos enfrentamos a nuevos desafíos de salud pública, la historia de estos 70 años de vigilancia de la gripe nos recuerda que la prevención siempre será más efectiva que la cura.

¡Sigue atento para más información sobre cómo protegerte de la gripe esta temporada!