
Se divorcia después de un diagnóstico terminal y decide acurrucarse con 200 hombres: "Quería sentirme libre"
2025-08-27
Autor: Francisco
Una vida transformada por el cáncer
La vida de Molly Kochan dio un giro inesperado en 2015, cuando a sus 41 años fue diagnosticada con cáncer de mama en fase IV, con metástasis en huesos, cerebro e hígado. Este devastador diagnóstico arrasó su mundo, incluyendo su carrera como educadora infantil y su matrimonio de más de 15 años.
Una búsqueda de libertad y placer
En lugar de rendirse ante su enfermedad, Molly tomó la valiente decisión de cambiar radicalmente su vida. En un acto de autodescubrimiento, se embarcó en un viaje sexual que la llevó a acostarse con más de 200 hombres. Su historia inspiró el podcast "Dying for Sex", narrado por su mejor amiga, Nikki Boyer, que capturó la atención de muchos.
Una historia que resonó en muchos corazones
La narrativa de Molly no solo llegó a los oyentes del podcast, sino que también se transformó en memorias y en una serie de televisión. La comedia dramática 'Dying for Sex', protagonizada por Michelle Williams y Jenny Slate, se estrenó en abril de 2025 por FX y Disney+, retratando cómo esta mujer decidió emprender aventuras sexuales antes de enfrentar su final.
Reflexiones sobre su matrimonio y la vida sexual
Según Molly, su matrimonio ya enfrentaba problemas antes del diagnóstico. Aunque había cariño, la distancia aumentó por sus dificultades en la cama. "Justo antes de que me diagnosticaran, buscaba revitalizar nuestra vida sexual, pero apareció el cáncer", recordó.
Redescubriendo su sexualidad en tiempos de crisis
A raíz de su tratamiento, Molly tuvo un aumento notable en su libido. Así, decidió divorciarse y comenzar una exploración de su sexualidad como una forma de sentirse viva. Para ella, el sexo era un acto de resistencia contra la muerte, un mecanismo para luchar contra el dolor y el miedo.
Encuentros inesperados y revelaciones
Durante sus encuentros, Molly se sentía poderosa y deseada, y usaba aplicaciones de citas para conectar con sus encuentros. En sus relatos, expuso con franqueza experiencias sorprendentes, como su conexión con un modelo alemán que tenía un fetiche con sus pies.
Confrontando traumas del pasado
Además de liberarla del miedo, estas experiencias la ayudaron a enfrentar traumas de abuso sexual que había sufrido de joven. Molly aprendió a reintegrar su sexualidad y a disfrutarla, preguntándose si era válido desear ser una persona sexual después de su pasado.
Un legado que perdura
Trágicamente, Molly falleció en marzo de 2019, después de pasar meses en el hospital. Antes de su muerte, reflexionó sobre las lecciones que le dejó su enfermedad, afirmando: "El regalo que me da la muerte es enamorarme de mí misma". Su amiga Nikki ha mantenido viva su memoria, publicando el podcast y creando una miniserie que ha resonado en muchas personas.