Santiago Abascal, el líder de Vox, se convirtió en el único político español invitado a la reciente investidura del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump. Este evento político de gran magnitud contó con la presencia de líderes europeos como Giorgia Meloni de Italia y Viktor Orbán de Hungría. Sin embargo, la representación oficial de España recayó en la embajadora española en Washington, Ángels Moreno Blau.

A pesar de su notable invitación, Abascal no estuvo presente en la crucial ceremonia de juramentación, lo que hizo que se perdiera la oportunidad de inmortalizar el momento en una fotografía con Trump. En su lugar, el político compartió una imagen de él mismo con el presidente en un evento anterior, celebrado en febrero de 2024, aunque los usuarios de las redes sociales notaron que esta misma foto ya había circulado en noviembre del año pasado. Esto ha llevado a especulaciones sobre si esa es la única foto que tiene con el mandatario estadounidense.

Pero no solo Trump estuvo ausente en el repertorio fotográfico de Abascal; también perdió la oportunidad de posar con el nuevo presidente argentino, Javier Milei. Ambos se encontraron en la cena Hispanic Gala organizada por la organización Bienvenido, aunque de su interacción solo ha surgido un emocionante video donde Milei pregunta: “¿está Santiago por acá?”, justo antes de un efusivo abrazo entre ellos.

El fin de semana anterior a la investidura, que tuvo lugar el lunes 20 de enero, Abascal dedicó su tiempo a actividades en Washington, donde se reunió con relevantes organizaciones conservadoras como la Fundación Heritage y el Instituto Hudson. Además, tuvo encuentros con varios líderes de América Latina en el Centro para una Sociedad Libre y Segura, lo que sugiere que su influencia en la política internacional está en crecimiento. Sin embargo, la falta de momentos fotográficos significativos con figuras claves podría plantear un desafío para su imagen pública.

La controversia que rodea su ausencia en la investidura destaca el delicado equilibrio que los líderes políticos deben mantener entre nuestra representación internacional y su visibilidad mediática. ¿Enfrentará Abascal un impulso por parte de su base o se verá afectado por estas ausencias? Solo el tiempo lo dirá.