País

Sánchez se esfuerza por mantener la paz en el partido y la coalición

2025-01-20

Autor: Laura

“Así no se puede seguir…” Esta contundente afirmación del líder de Junts, Carles Puigdemont, hace eco en el entorno político desde el comienzo de la legislatura tras las elecciones de verano de 2023. Este nuevo aviso dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reactivado el mecanismo de diálogo entre el partido independentista conservador y el Ejecutivo central. Mientras se aguarda una reunión en Suiza que puede tener lugar en cualquier momento, el Gobierno se resigna a que la validación de tres decretos leyes este miércoles en el Congreso podría no estar asegurada. Esta inestabilidad política se ve aún más complicada por posibles conflictos internos, tanto dentro del PSOE como con Sumar, su único socio en la coalición. Pedro Sánchez está decidido a mantener la cohesión y evitar desavenencias.

La paz interna del PSOE es un aspecto del que se siente orgulloso su secretario general, una situación común en partidos políticos que están en el poder. Ante esta situación, solo los presidentes autonómicos pueden expresarse abiertamente y criticar a su líder, incluso si este es el presidente del Gobierno de España. No obstante, Sánchez intenta minimizar las fricciones y establecer relaciones formales y cordiales con todos los dirigentes territoriales de su partido, independientemente de sus afinidades personales.

La presencia de Sánchez este fin de semana en tres congresos regionales del PSOE refleja su deseo de demostrar que es el líder de todos los socialistas. Desde los militantes y dirigentes de Castilla-La Mancha, con el reelegido Emiliano García-Page a la cabeza, hasta el extremeño Miguel Ángel Gallardo, quien recibe el respaldo total del PSOE con la intención de que los socialistas retomen el control electoral como en tiempos pasados con líderes como Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández-Vara. La elección de Gallardo como líder regional viene tras haber enfrentado a lo que se consideraba la candidata del aparato de Ferraz, y ahora es momento de unir filas en interés colectivo.

El ambiente en Avilés este viernes fue un claro indicador del afecto que existe entre el reelegido líder de los socialistas asturianos, Adrián Barbón, y el presidente de España. A pesar de que Barbón expresó sus dudas respecto a los términos del acuerdo entre el PSOE y Junts sobre la financiación para Cataluña, su relación con Sánchez no se ha visto afectada. García-Page, por su parte, recordó su oposición a cualquier forma de “privilegios” para una región sobre otra durante su discurso del domingo.

Queda por definir la situación en Cantabria, donde los dos candidatos —el actual secretario general, Pablo Zuloaga, y Pedro Casares— mantienen buenas relaciones con Sánchez, aunque se prevé que el presidente no impulsó ningún cambio. En Aragón, la ministra de Educación, Pilar Alegría, se postula para liderar el PSOE regional compitiendo contra Darío Villagrasa, un candidato que cuenta con el apoyo del exsecretario Javier Lambán.

Los nuevos líderes regionales que asumieron sus cargos hoy, así como quienes lo harán en las próximas semanas, son conscientes de que este estatus les permitirá competir por el poder contra el PP en las próximas elecciones autonómicas. La designación de María Jesús Montero como líder del PSOE de Andalucía refleja esta estrategia. Aquellos que ya han perdido elecciones deben dar un paso atrás y dejar que otros intenten liderar, según indican fuentes cercanas a la dirección federal. Sánchez prefiere contar con barones y baronesas que estén alineados con su visión.

Además de sus preferencias personales y las del aparato de Ferraz en relación a los líderes territoriales, el presidente del Gobierno ha lanzado un mensaje claro durante estos congresos regionales: la necesidad de defender la gestión del Gobierno central bajo la lupa de los resultados socioeconómicos de España. En un momento crucial, en el que la estabilidad del país depende de la cohesión y la unidad del PSOE, todos sus líderes deben enfocarse en una misma dirección para afrontar juntos los retos venideros.