
Sánchez presentará su 'pedagogía' en el Congreso para convencer a los progresistas sobre el gasto militar
2025-03-26
Autor: David
Después de dos meses de discusiones, el debate más crucial sobre el rearme europeo finalmente llega al Congreso. La situación internacional ha cambiado drásticamente desde la llegada de Donald Trump a la política exterior de EE.UU., alejándose de sus aliados tradicionales y generando un clima de incertidumbre en Europa. Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español, tiene la intención de utilizar este debate para 'hacer pedagogía' sobre la necesidad de aumentar el gasto en defensa, un tema que ha sido tabú en la izquierda española.
En su intervención, Sánchez debe atender no solo las preocupaciones de su socio de coalición, Sumar, que se opone al incremento del gasto militar, sino también a un electorado progresista que está dividido sobre la militarización en el contexto de la Unión Europea. Mientras que los países nórdicos y del Este, que sienten la amenaza directa de Rusia, abogan por políticas más belicistas, España e Italia prefieren evitar términos como 'rearmento' al referirse al plan europeo de 800,000 millones de euros.
Sánchez intentará equilibrar las presiones de socios y aliados, argumentando que el enfoque no debe ser solo en gastar más, sino en gastar mejor. Subrayará la importancia de la coordinación entre países europeos y la necesidad de cumplir con compromisos previos, como la meta del 2% del PIB en gasto en defensa, acordada en la cumbre de OTAN de 2014 por Mariano Rajoy. Además, los aliados europeos han solicitado que se acelere este compromiso antes de 2027, un objetivo que podría generar tensiones dentro de su grupo de gobierno.
Sin embargo, no se esperan grandes anuncios durante esta presentación. Aún se está negociando cuánto debe aumentar España su gasto en defensa, ya que la OTAN no ha revelado cifras exactas de lo que España gastará en 2024. Esto hace que no sea posible determinar, por el momento, cómo se logrará el incremento del gasto, sobre todo en aspectos no considerados formalmente en el presupuesto de defensa, como la ciberseguridad y el control de fronteras. Esta discusión sobre cómo contabilizar estos gastos puede determinar finalmente los términos de compromiso que se presentarán en el Congreso.
Sánchez abordará el hecho de que no solo ha cambiado la política de EE.UU., sino también la de Rusia, con la guerra en Ucrania marcando un cambio significativo en la percepción del país, que anteriormente era visto como una potencia menos amenazante. A pesar de sus esfuerzos por evitar términos agresivos, es obvio que el presidente busca preparar la infraestructura defensiva de Europa ante un panorama de creciente agresión.
El enfoque que Sánchez propone no es solo militar; argumentará que estas inversiones pueden y deben tener aplicaciones civiles que impulsen la tecnología y la industria en España y Europa. Con esto, busca reafirmar la idea de que la seguridad no es solo una cuestión militar, sino una cuestión de autonomía y autosuficiencia en el ámbito internacional.
El debate en el Congreso no será fácil. Sánchez se enfrentará a críticas tanto del PP, que está dividido en el tema, como de la izquierda por su inclinación militarista. El presidente es consciente de que habrá momentos difíciles en el debate, pero su enfoque se centra en una campaña pedagógica que busca convencer a la opinión pública de que este giro es imprescindible para la protección de Europa.
Este debate llega en un momento crucial para su gobierno, que enfrenta la dificultad de aprobar los Presupuestos de 2025, algo que podría complicar aún más su situación política. A pesar de sus intentos de negociar compromisos aceptables con sus socios europeos, el futuro es incierto y la presión sobre él aumentará conforme avance la discusión. A medida que el debate se despliega, Sánchez tiene la oportunidad de promover su visión y demostrar que puede liderar un cambio significativo en la política de defensa europea, en un momento donde la cohesión y la seguridad son más relevantes que nunca.