¡Rumanía da un giro inesperado al nombrar un nuevo gobierno de coalición proeuropeo!
2024-12-23
Autor: José
El Parlamento de Rumanía ha aprobado este lunes un nuevo gobierno de coalición integrado por los socialdemócratas del Partido Social Demócrata (PSD), el Partido Nacional Liberal (PNL) y la minoría húngara (UDMR), todos ellos comprometidos con la agenda europea. Este nuevo gobierno, con un escueto margen de 240 votos a favor de los 233 necesarios para la mayoría simple y 140 en contra, retorna en gran medida a la anterior administración del país. Marcel Ciolacu, el primer ministro saliente y líder de los socialdemócratas, ha sido confirmado nuevamente en su puesto.
Los partidos que forman la coalición han manifestado su intención de presentar un candidato unificado para la repetición de las elecciones presidenciales, que deberán llevarse a cabo en marzo después de que la primera vuelta, celebrada el 6 de diciembre, fuera anulada por el Tribunal Constitucional rumano. Este candidato es Crin Antonescu, exlíder del PNL, quien en un principio fue mencionado como posible sucesor de Ciolacu.
Sin embargo, la Unión Salvar Rumania (USR), el único partido proeuropeo que ha decidido no unirse a esta nueva coalición, ha argumentado que el mantenimiento de Ciolacu como primer ministro es uno de los motivos de su decisión. Antes de la votación, USR había anunciado su intención de crear una nueva coalición con el objetivo de establecer un cordón sanitario que impida a la extrema derecha ganar poder luego de las elecciones legislativas del 1 de diciembre.
Las elecciones anteriores resultaron en una dura derrota para el PSD y el PNL, que perdieron 5 y 10 puntos porcentuales respectivamente, evidenciando el descontento popular frente a la corrupción, la alta inflación y la lenta implementación de reformas en un país que lleva 17 años dentro de la Unión Europea. A pesar de estas pérdidas, ambos partidos lograron un 33% de los votos, lo que les permitió formar un nuevo gobierno junto a los 19 diputados de las minorías étnicas.
Este panorama político se tornó más inquietante con la inesperada victoria de Calin Georgescu, un candidato de extrema derecha y PRORUSO en la primera vuelta presidencial del 24 de noviembre. Su éxito fue facilitado por una intensa campaña en TikTok, desatando un terremoto político en Rumanía que llevó a muchos a cuestionar las capacidades de los servicios de inteligencia y del presidente Klaus Iohannis para detectar este ascenso de la extrema derecha.
La anulación de la primera vuelta presidencial, a raíz de un informe que indicaba interferencias electorales de un “actor estatal”, generó incluso la atención internacional, con el secretario de Estado de EE. UU. Antony Blinken sugiriendo que Rusia podría estar detrás de ello.
El optimista presidente Iohannis expresó su apoyo al nuevo gobierno, deseándole buena suerte para continuar con el crecimiento económico y facilitar la entrada de Rumanía en el espacio Schengen programada para el próximo 1 de enero. Durante su discurso, enfatizó la necesidad de que el nuevo gabinete elabore un presupuesto y establezca un cronograma para las futuras elecciones, siendo vital asegurar un entorno estable y predecible para los inversores.
Marcel Ciolacu, durante su discurso de investidura, destacó que su principal objetivo será restablecer la equidad económica y social, subrayando que "el ciudadano ha servido demasiado al Estado y ahora es tiempo de que el Estado sirva al ciudadano". También hizo hincapié en la importancia de que las próximas elecciones presidenciales sean justas y transparentes.
Por otro lado, la USR ha criticado la falta de cambios significativos dentro del nuevo gabinete, señalando que la continuidad en el liderazgo de Ciolacu representa un estancamiento en la gobernanza y una potencial caída en las condiciones económicas del país en el futuro próximo. La diputada Cristina Pruna ha elevado sus preocupaciones, advirtiendo que la situación actual es similar a un Titanic que sigue navegando sin rumbo a pesar de estar en medio de una tormenta.
En cuanto al reparto de carteras, los socialdemócratas del PSD asumirán ocho de los 16 ministerios, incluyendo Justicia y Transporte, mientras que los liberales estarán a cargo de seis, incluyendo Interior y Energía. La minoría húngara gestionará las carteras de Finanzas y Desarrollo.
Finalmente, el nuevo gobierno enfrentará la oposición de la extrema derecha, incluyendo a la Alianza por la Unión de los Rumanos (AUR), que se perfila como el principal reto para Ciolacu y su equipo. A pesar de que estas fuerzas no logran una mayoría, su creciente popularidad puede complicar la gobernanza de la nueva coalición. Así, Rumanía sigue navegando un clima político turbulento, mientras busca superar sus desafíos internos y la influencia de la extrema derecha.