El equipo dirigido por Rubén Baraja enfrenta un momento crítico, perdiendo el apoyo de la afición del Valencia. Después de una temporada decepcionante, los seguidores han expresado su frustración con cánticos y abucheos, especialmente durante el empate 2-2 contra el Deportivo Alavés. Este descontento ha dominado la rueda de prensa posterior, donde el entrenador se vio forzado a abordar más el clima negativo que el futuro de su gestión.

Baraja ha declarado que el ambiente hostil impacta directamente en el rendimiento del equipo. "Entiendo la ira de los aficionados; los resultados han sido desfavorables y es natural que se sientan así. Sin embargo, esta tensión influye en nuestro juego", explicó. Además, enfatizó que "estamos solos en esta dificultad. Es fundamental que los jugadores sean capaces de sobrellevar esta presión".

La situación es tan tensa que se han escuchado cánticos en contra de Baraja, lo que plantea dudas sobre su permanencia al mando del equipo. Con el inicio de la segunda vuelta de la temporada, la presión aumenta y no hay tiempo que perder. Muchos aficionados se preguntan si el club será capaz de revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde. La próxima jornada se presenta como una prueba crucial; si el equipo no muestra una mejoría, la situación podría complicarse aún más.

¿Podrán Baraja y sus hombres conseguir el apoyo que tanto anhelan y salir de esta crisis? La respuesta podría estar más cerca de lo que piensan, pero el tiempo se agota.