Un nuevo estudio ha revelado que las terapias cuádruples con bismuto son altamente efectivas para erradicar la infección por 'Helicobacter pylori', un patógeno que afecta a casi la mitad de la población mundial y está vinculado a graves problemas de salud como gastritis, úlceras pépticas y cáncer gástrico.

Publicada en la prestigiosa revista 'GUT', la investigación, liderada por expertos como Llum Olmedo, del ABS Manresa 3, y otros investigadores del CIBER, detalla cómo los tratamientos que combinan bismuto con metronidazol y tetraciclina han mostrado tasas de erradicación sobresalientes en comparación con otras combinaciones.

Los datos se recopilaron a partir de un extenso registro europeo que abarca 15,582 pacientes de 29 países, quienes recibieron tratamientos entre junio de 2013 y diciembre de 2021. Cabe destacar que las terapias más comunes fueron aquellas que incluyeron metronidazol-tetraciclina en una cápsula única, conocida como 'Pylera', demostrando un notable aumento de uso tras su introducción en el mercado europeo.

El estudio revela que los tratamientos cuádruples fueron frecuentemente usados como terapia de primera línea, siendo prescritos en un 72% de los casos. Aquellos esquemas que lograron tasas de erradicación superiores al 90% fueron principalmente los que combinaban bismuto y metronidazol-tetraciclina.

Además, se encontró que la duración del tratamiento influye significativamente en su efectividad. Las combinaciones óptimas fueron aquellas administradas durante 10 días con metronidazol-tetraciclina y 14 días combinadas con claritromicina-amoxicilina.

La investigación también analizó cómo las dosis de inhibidores de la bomba de protones (IBP) afectan los resultados. Se observó que con dosis estándar/altas, se lograba obtener tasas de erradicación óptimas, lo que resalta la importancia de personalizar los tratamientos según las necesidades del paciente.

Un aspecto relevante del estudio es la adherencia al tratamiento, con más del 95% de los pacientes cumpliendo con las pautas. Sin embargo, se reportó que un 40% experimentó efectos adversos, y de estos, un 10% tuvo que interrumpir el tratamiento, lo que subraya la necesidad de un seguimiento constante.

Los investigadores concluyen que el acceso a estas terapias cuádruples con bismuto podría marcar un antes y un después en el tratamiento de las infecciones por 'Helicobacter pylori', especialmente en países donde aún no están disponibles. Con un manejo adecuado, estas terapias podrían transformar la salud gastrointestinal de millones, abriendo nuevas vías para la prevención y tratamiento del cáncer gástrico.