¡Revolucionario Hallazgo! Sonia Benítez, bioquímica, advierte: "El colesterol inflamado no cede ni con estatinas"
2025-01-24
Autor: Carlos
Un sorprendente estudio llevado a cabo por el Institut de Recerca Sant Pau de Barcelona (IR Sant Pau) y la Unidad de Ictus del Hospital de Sant Pau ha destapado el papel crucial de las lipoproteínas del colesterol en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, especialmente en ictus isquémico. Publicado en el renombrado Journal of Lipid Research, esta investigación destaca la necesidad de ir más allá de los niveles tradicionales de colesterol para evaluar verdaderamente el riesgo cardiovascular.
La bioquímica Sonia Benítez, cabeza del grupo de investigación de Bioquímica del IR Sant Pau y autora del trabajo, señala que ciertas irregularidades en las lipoproteínas LDL y HDL, como el aumento de la carga eléctrica negativa, podrían ser factores causales en la evolución de enfermedades cardiovasculares. ¿Increíble, verdad?
De acuerdo a datos alarmantes, el 20% de los ictus isquémicos, que son una de las principales causas de muerte a nivel global, está directamente relacionado con la presencia de placas ateromatosas en las arterias carótidas. Esto aumenta significativamente el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares devastadores. ¡Es hora de prestar atención a esos números!
Históricamente, el tratamiento de estos pacientes se ha centrado en disminuir los niveles de colesterol LDL y HDL, pero este estudio revela que las características cualitativas de las lipoproteínas son igualmente cruciales para su desarrollo y progresión.
Entre 2016 y 2019, los investigadores analizaron un conjunto de pacientes adultos que habían sufrido un ictus isquémico de circulación anterior y también presentaban ateroesclerosis carotídea. A tan solo una semana del primer ictus, se detectaron modificaciones en las LDL que estaban relacionadas con procesos inflamatorios y aterogénicos que aumentan la vulnerabilidad de las placas carotídeas. ¡Una señal de alarma que no debemos ignorar!
En cuanto a las HDL, se encontraron alteraciones que debilitaban sus capacidades antioxidantes y antiinflamatorias, comprometiendo su función esencial de mantener las LDL en buen estado. Lo más impactante es que estas alteraciones persistieron, incluso tras la administración temprana de medicamentos como las estatinas, sugiriendo que estos problemas pueden tener "raíces profundas" en la fisiopatología del paciente, según Benítez.
A pesar de esto, después de un año de tratamiento, las LDL mostraron menos susceptibilidad a la oxidación, mientras que las HDL comenzaron a recuperar parcialmente sus propiedades protectoras. Esta observación sugiere que, aunque los cambios son severos, las intervenciones terapéuticas pueden ofrecer una esperanza: posibilidades de reversión "parcial" de los efectos adversos.
La también investigadora del grupo de Bioquímica Cardiovascular y primera autora del artículo, Núria Puig, refuerza la idea de que llevar a cabo tratamientos personalizados basados en las características específicas de cada paciente podría ser la clave para combatir estas enfermedades. ¡Un enfoque innovador que podría cambiar las reglas del juego!
No obstante, es importante tener en cuenta que este estudio presenta limitaciones, como el tamaño reducido de la muestra, pero sin duda abre una puerta prometedora para enfoques clínicos más efectivos en el futuro. ¿Estamos ante un nuevo paradigma en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares? ¡Solo el tiempo lo dirá!