El tema de las vacantes de empleo no cubiertas es uno de los más controvertidos en el contexto laboral español. Mientras algunos argumentan que hay muy pocas vacantes, basándose en datos oficiales, otros creen que la realidad es mucho más compleja y que las estadísticas actuales no reflejan la magnitud del problema. A finales de noviembre, se organizó un fascinante debate en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde se discutió este asunto crítico entre productores y usuarios de estadísticas del mercado laboral, patrocinado por el CSIC, Fedea y el INE. En este evento, el Instituto Nacional de Estadística (INE) anunció una iniciativa destinada a mejorar su recopilación de datos sobre vacantes, integrando información de portales de empleo.

Rocío Fuente, jefa de área en el INE, explicó que el instituto comenzará a investigar datos de plataformas de búsqueda de empleo como parte del contenido de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales (ETCL), la cual ya cuenta una categoría dedicada a las vacantes desde 2013. Este nuevo enfoque permitirá validar y complementar la información obtenida a través de encuestas tradicionales con datos más actualizados y precisos provenientes de fuentes privadas y públicas, como el SEPE.

El INE prevé que este proyecto, si todo sale como está planeado, se iniciará en abril del próximo año, con un objetivo a largo plazo que podría extenderse hasta 2027 para ofrecer cifras completas y efectivas sobre las vacantes laborales. Por su parte, el SEPE está desarrollando un mapa online de ofertas de empleo que complementará estos esfuerzos.

Hasta ahora, el INE ha defendido la efectividad de la ETCL para capturar la realidad de las vacantes, que a finales del segundo trimestre del año actual se sitúan en 151.379 vacantes, solo superadas por las 155.797 del tercer trimestre del año anterior. Sin embargo, esta cifra contrasta notablemente con el 0.9% de tasa de vacantes en comparación con otros países europeos, donde la media asciende al 2.4%, lo que sugiere la existencia de un serio desajuste en el mercado laboral español.

La paradoja es evidente: a pesar de tener una de las tasas de desempleo más altas de la Unión Europea (11.2%), también se reporta una escasez de vacantes. Los críticos argumentan que la situación se debe a la desconexión entre las habilidades que buscan las empresas y las que posean los candidatos. El 42.8% de las empresas consultadas por el Banco de España en su última encuesta afirmaron que la disponibilidad de mano de obra impacta negativamente en su actividad, lo que indica una problemática compleja.

Además, existe un amplio consenso entre los sindicatos sobre que las dificultades para cubrir vacantes están más relacionadas con condiciones laborales precarias que con una escasez real de mano de obra. Muchas personas desempleadas enfrentan riesgos de pobreza y no pueden ser selectivas a la hora de aceptar trabajos, lo que plantea un desafío crucial sobre el futuro del mercado laboral en España.

Por otro lado, el INE también ha señalado que la definición de vacante es ambigua y varía entre instituciones. Según el INE, una vacante se considera como un puesto de trabajo que está disponible, para el cual el empleador está activamente buscando candidatos. Sin embargo, esto puede llevar a discrepancias en los reportes, ya que muchos empresarios que no publican sus vacantes no las consideran como tales.

De acuerdo con un reciente informe de Cepyme, un asombroso 71% de las pequeñas y medianas empresas reportan problemas para cubrir vacantes, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad del mercado laboral para absorber a la población desempleada. Se estima que la falta de cobertura de más de 148.000 vacantes impactó negativamente en el PIB, con pérdidas de alrededor de 8.150 millones de euros.

Finalmente, el objetivo de todas estas reformas y estudios es obtener cifras más precisas sobre el número real de vacantes y su distribución según la ubicación y habilidades requeridas. Esto no solo proporcionaría un panorama más claro del mercado laboral, sino que también ayudaría a identificar sectores que enfrentan mayores retos. A medida que el INE y otras instituciones avanzan en sus esfuerzos de recopilar y analizar este tipo de datos, se espera que surjan soluciones efectivas para disminuir las tensiones en el mercado laboral español. ¡El futuro del empleo podría empezar a cambiar!