Ciencia

¡Revelador! La colisión con Theia: el origen de la Luna y de la vida en la Tierra

2025-09-05

Autor: Carmen

Una teoría revolucionaria comienza a tomar forma

Un grupo de audaces geólogos de la Universidad de Berna, Suiza, ha lanzado una teoría que podría cambiar nuestra comprensión del origen de la vida en el planeta. Según su estudio, publicado en 'Science Advances', la vida terrestre no surgió de un proceso lento y gradual, sino que fue resultado directo de la violenta colisión con Theia, el protoplaneta que formó nuestra Luna. Esta colisión no solo creó nuestro satélite, sino que 'sembró' los componentes esenciales que posibilitaron la vida en la Tierra.

El tiempo cósmico y la formación del planeta

Hablamos de una época hace unos 4.568 millones de años, cuando el Sistema Solar estaba en su infancia. Los científicos, bajo la dirección de Pascal Kruttasch, emplearon un método innovador para datar los primeros momentos de la Tierra. Utilizando la desintegración radiactiva del isótopo manganeso-53, lograron establecer con asombroso detalle la composición de rocas antiguas, dejando al descubierto que la proto-Tierra se formó rápidamente en solo tres millones de años.

El papel crucial de Theia en la vida terrestre

Aquí es donde Theia juega un papel protagónico. Se cree que este protoplaneta, similar a Marte, se formó en un área fresca del espacio, lo que permitió que los elementos volátiles, como el agua y el carbono, se condensaran en su estructura. Cuando colisionó con la joven Tierra, no solo creó la Luna, sino que traía consigo enormes cantidades de agua y otros compuestos vitales.

El agua, un misterio y un legado de Theia

Kruttasch señala que, gracias a esta colisión, la proto-Tierra se transformó de un planeta árido a uno apto para la vida. Investigaciones previas respaldan esta teoría, sugiriendo que Theia proporcionó agua que todavía se encuentra en el manto terrestre, desafiando a los geólogos sobre su ubicación y migración en la corteza.

Una nueva perspectiva sobre la habitabilidad del universo

Este descubrimiento pone en jaque nuestras nociones sobre los requisitos de habitabilidad. Antes se pensaba que era un proceso continuo y progresivo, pero si la Tierra necesitó un evento tan fortuito como una colisión masiva para adquirir los elementos esenciales, entonces la vida podría ser mucho más rara en el universo de lo que imaginamos. Klaus Mezger, coautor del estudio, enfatiza: 'La habitabilidad no es el resultado de un desarrollo constante, sino de un evento fortuito que cambia las reglas del juego'.

Un futuro lleno de preguntas

La idea de que no es suficiente que un planeta esté en la 'zona habitable' plantea serias dudas sobre la existencia de mundos similares al nuestro. Además de la ubicación, parece que también se necesita un 'empujón' adicional, como el que brindó Theia, para crear las condiciones adecuadas para que la vida surja. En un universo lleno de posibilidades, los misterios sobre cómo y dónde florecerá la vida apenas están comenzando a desenredarse.