Las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que prometían ser las más competitivas en décadas, han sorprendido a todos al desmentir las expectativas que inicialmente establecieron las encuestas. El ex-presidente republicano Donald Trump ha renovado su mandato tras vencer a la actual vicepresidenta demócrata Kamala Harris con una ventaja mucho más amplia de lo que se anticipaba. Esta victoria histórica coloca a Trump como el 45º y ahora 47º presidente de Estados Unidos, quien no solo triunfó en los votos del Colegio Electoral con 270, sino que también se quedó con el voto popular, superando a su rival por más de cinco millones de votos, una diferencia significativa que no se había logrado desde George W. Bush en 2004.

Los gráficos disponibles ofrecen una visión detallada de la evolución del escrutinio en tiempo real, a nivel nacional y en cada uno de los 50 estados. El sistema electoral de Estados Unidos es una estructura mayoritaria donde cada estado asigna un número distinto de votos electorales, otorgando todos los escaños al candidato más votado, incluso si la diferencia es de una sola papeleta. Con 538 compromisarios en juego, la clave es alcanzar los 270 votos.

Los resultados muestran que Trump ha ganado en 28 de los 50 estados, mientras que Harris solo logró 20, quedando dos estados, Arizona y Nevada, por cerrar sus escrutinios. Este cambio en el mapa electoral, comparado con el de 2020, revela únicamente tres alteraciones significativas, con los republicanos arrebatando Pensilvania, Georgia y Wisconsin.

Un análisis más profundo en los siete estados bisagra ha revelado cruciales diferencias en las votaciones, especialmente en contados donde la marea política ha favorecido a los republicanos. Sin embargo, el mapa que ilustra el ganador a nivel de condados destaca la predominancia de Trump, aunque también muestra que Harris obtuvo su victoria en las ciudades más pobladas, donde los demócratas continúan teniendo un fuerte respaldo entre los votantes urbanos.

El trasvase de votos entre condados ha sido fundamental, y los datos indican que en la mayoría de ellos, la tendencia favoreció a los republicanos, un giro notable respecto a elecciones anteriores. Comparando esta elección con la de 2020, cuando Joe Biden fue elegido presidente con un sólido 51,3% del voto popular, la presencia de Trump y los cambios demográficos en ciertos estados han alterado el panorama político.

Finalmente, se destaca que la participación electoral ha sido un factor clave, y aunque las cifras exactas aún están por definirse, la expectativa es que la participación nuevamente haya alcanzado niveles record, con ciudadanos estadounidenses mostrando un renovado interés en el futuro político del país.