Sean Baker ha hecho de su carrera un tributo a la dignidad de los personajes marginales, y con 'Anora', la obra premiada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, lleva ese retrato de la América Profunda a un nivel excepcional. La película cuenta la historia de una joven prostituta que se enamora del hijo de un oligarca ruso, un relato que recuerda a 'Pretty Woman', pero que al mismo tiempo desafía las convenciones y muestra con sinceridad las complejidades de sus personajes.

A lo largo de más de dos horas, Baker nos introduce en un mundo que es excesivo, agotador y políticamente incorrecto, pero a la vez profundamente divertido. A través de su narrativa, nos ofrece una mirada compasiva hacia los matones rusos y a las trabajadoras del sexo, estableciendo conexiones humanas que resuenan con la audiencia. La relación romántica entre los protagonistas, interpretados brillantemente por Mikey Madison y Mark Eydelshteyn, es uno de los puntos fuertes de la película, ofreciendo una sensación de intimidad que resulta cautivadora.

En este viaje cinematográfico que se asemeja a una película de 'Resacón en Las Vegas' pero con un toque ruso, la segunda mitad de 'Anora' se desata con una intensidad arrolladora. Baker desafía constantemente los estereotipos y presenta personajes tridimensionales, creando un enredo frenético que hace que la experiencia de ver la película sea inolvidable.

Además, 'Anora' no solo se limita a ser una comedia dramática; se convierte en un reflejo crudo y sincero del sueño americano manteniendo una mirada crítica sobre las realidades de la vida de sus personajes. La película, que se desarrolla en el inmortal Coney Island, ofrece lo que parece un drama que se deconstruye en comedia, explorando los matices de la vida en tiempos de censura y descontento social.

El resultado es una mezcla de risas y reflexiones profundas sobre la condición humana, en un contexto donde la comedia ha estado ausente en la taquilla estadounidense de los últimos años. 'Anora' nos recuerda que hay belleza e incluso la posibilidad de amor, incluso en los rincones más oscuros de la sociedad. Sin duda, esta película se erige como una joya del cine independiente y una experiencia que no se debe perder.