El Origen de una Jugada Legendaria

La historia del increíble 'Escorpión' de René Higuita comenzó mientras filmaba un anuncio de televisión en Colombia. Durante la grabación, un niño realizó malabares con un balón y lanzó una chilena. Higuita, de forma instintiva, despejó el balón alzando ambas piernas hacia atrás, y así nació su famosa hazaña.

El Golpe de Genio en Wembley

Dos años después, el 6 de septiembre de 1995, Higuita tuvo la oportunidad de brillar en el legendario estadio de Wembley. En un amistoso ante Inglaterra, un tiro de Jamie Redknapp se desvió hacia la portería. Higuita no dudó y, con un movimiento espectacular, hizo el famoso 'Escorpión'. "Era el balón perfecto", recuerda, reflejando su confianza y destreza en el campo.

La Reacción del Mundo

Mientras Martin Tyler comentaba el partido, la confusión reinó en el estadio. Muchos pensaron que el árbitro había pitado, pero el juego continuó. La incredulidad se apoderó de la afición; el silencio del estadio dio paso a estallidos de risas y aplausos. La jugada se volvió un momento inolvidable en la historia del fútbol.

El Ascenso de Higuita: Más que un Portero

Higuita no solo hizo historia con su escorpión. Su carrera está llena de anécdotas impresionantes, desde ser un chico que se colaba en autobuses para llegar a entrenamientos en Medellín hasta convertirse en un ícono del fútbol colombiano. Con 43 goles a su nombre, inspiró nuevas reglas y desató una revolución en el juego.

De Ícono a Controversia

A pesar de sus logros, Higuita también enfrentó controversias. Su relación con el conocido narcotraficante Pablo Escobar y su posterior encarcelamiento tras un secuestro oscurecieron su carrera. Después de siete meses en prisión, regresó al campo, pero el destino lo llevó a situaciones impredecibles.

Legado de Higuita

Aunque su carrera internacional se vistió de altibajos, el legado de René Higuita perdura. Su audaz estilo de juego cambió la percepción de los porteros en el fútbol. A día de hoy, su famoso 'Escorpión' sigue siendo un referente, demostrando que en el fútbol, como en la vida, los momentos de locura pueden llevarte a la grandeza.