En un momento crucial para la política europea, Raffaele Fitto, el candidato de Giorgia Meloni para la Comisión Europea, inició su presentación ante el Parlamento Europeo con una clara declaración de intenciones. "No estoy aquí para representar a un partido o un gobierno, sino para reafirmar mi compromiso con Europa", afirmó, buscando calmar las preocupaciones sobre su vinculación con el partido ultraconservador Hermanos de Italia.

Su elección como vicepresidente y comisario del próximo Ejecutivo de la UE ha generado controversia, especialmente porque Fitto, en su papel anterior como eurodiputado, votó en contra del Fondo de Recuperación y Resiliencia. Ahora, argumenta que el contexto ha cambiado y que su postura también ha evolucionado. Sin embargo, este giro ha despertado recelos, especialmente entre sus opositores, que recuerdan sus rechazos a las resoluciones del Parlamento en defensa del Estado de derecho en Hungría y Polonia.

La dimensión del evento fue considerable, ya que coincidió con la evaluación de otros destacados candidatos, como la estonia Kaja Kallas, quien se postulaba como alta representante de la Política Exterior. Kallas, reconocida por su firme postura contra el régimen de Vladímir Putin y su papel en la guerra de Ucrania, se enfrenta a presiones similares, destacando la necesidad de una paz sostenible en los conflictos globales.

Fitto aprovechó la ocasión para expresar su solidaridad con las víctimas de las recientes inundaciones en la Comunidad Valenciana, un gesto que ha sido bien recibido en el contexto europeo. Su trayectoria incluye ser presidente de Apulia y haber servido como ministro en el gobierno de Berlusconi, lo que añade a su perfil político un matiz de experiencia regional.

La atención también se centra en Teresa Ribera, la ministra española, quien tiene la labor de avanzar en la transición ecológica en Europa, pero se enfrenta a un examen difícil ante el Parlamento. La presión sobre ella ha crecido, especialmente por parte del Partido Popular español, que ha cuestionado su capacidad debido a su gestión durante la reciente crisis climática.

El día de la evaluación concluirá la noche con votaciones que serán cruciales no solo para Fitto y Ribera, sino también para otros candidatos como el húngaro Oliver Varhelyi, quien aún no ha conseguido el visto bueno parlamentario. La incertidumbre entre los grupos políticos resalta la falta de confianza, mientras la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, presiona para que su gabinete esté en funcionamiento "cuanto antes" ante los desafíos globales, incluyendo tensiones con Rusia y la posibilidad de un resurgimiento político de Donald Trump.