El Rey Balduino de Bélgica, conocido por su firme oposición al aborto, está a un paso de ser beatificado, un anuncio hecho por el Papa Francisco durante su visita a la iglesia de Nuestra Señora de Laeken. Este gesto refleja el reconocimiento de su compromiso con los valores católicos y su valentía moral.

El Papa, en un emotivo discurso, instó a los obispos belgas a llevar adelante esta causa, diciendo: “Que su ejemplo de hombre de fe ilumine a los gobernantes.”

Balduino, casado con la española Fabiola de Mora y Aragón, tenía una casa en Motril conocida como Villa Astrida, un acogedor refugio donde la reina pasaba sus vacaciones desde los años sesenta. Tristemente, Fabiola falleció en esta villa en 1993, lo que añade un matiz trágico a su historia.

El Rey Balduino decidió renunciar a su cargo durante tres días en 1990 para evitar firmar una ley que permitía el aborto, a la que se opuso vehementemente. Este acto de objeción de conciencia fue tan significativo que se convirtió en un hito histórico. Fue el primer monarca en renunciar temporalmente al trono, alegando “incapacidad temporal” para no comprometer sus profundas creencias religiosas.

En su discurso navideño de 1989, Balduino expresó su preocupación por los derechos de los no nacidos, afirmando que “los niños merecen especial protección y cuidado.” Este compromiso lo llevó a escribir al Primer Ministro cristianodemócrata, Wilfred Martens, pidiendo que se buscara una solución legal que le eximiera de firmar dicha ley. En respuesta, el Consejo de Ministros invocó el artículo 82 de la Constitución, que permitía que el poder se delegara en el Gabinete político transitoriamente.

Finalmente, el aborto fue legalizado en Bélgica el 4 de abril de 1990. La beatificación, que se da a un individuo fallecido, es un proceso que reconoce a esa persona como beata, permitiendo su veneración pública en ciertas áreas. Los seguidores de Balduino esperan que su legado y valores continúen inspirando a futuras generaciones. ¿Puede este noble rey convertirse en un simbolismo viviente de la fe y la moralidad en el mundo contemporáneo? ¡La historia de Balduino está lejos de terminar!