El 22 de noviembre, Quevedo lanzó su esperado segundo álbum de larga duración, titulado "Buenas noches". Este lanzamiento generó grandes expectativas entre sus fanáticos, especialmente después de la pausa de nueve meses del artista canario, conocido por éxitos como "BZRP Music Sessions vol. 52" con Bizarrap y "Playa del inglés" con Myke Towers. Al regresar, su álbum debutó directamente en el primer lugar de la lista de ventas de álbumes en España, superando lanzamientos de figuras icónicas como Marea y Kendrick Lamar. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el contenido de sus letras.

Varias canciones de "Buenas noches" presentan un contenido sexual explícito y directo, sin ningún tipo de poesía o metáforas. En la canción "Duro", canta: "Yo me arrodillo, a ese toto le saco brillo"; en "Iguales", afirma: "Adicto a donde no te da el sol, pa’ chingar no tengo autocontrol"; y en "14 febreros", dice: "Y quizás hoy por fin será el día que entre en ese agujero". En la canción "Halo", menciona detalles aún más gráficos que han generado controversia. La explicitud de las letras parece haber sorprendido tanto a fanáticos como a críticos.

El sexo ha sido una fuente inagotable de inspiración para muchos compositores a lo largo de la historia, pero en el género urbano y el reggaetón, artistas como Quevedo han llevado esta temática a un nuevo nivel de crudeza. David Fuentes, creador de contenido digital, comenta: "La temática sexual explícita podría ser una característica tan propia del reggaetón como lo es un solo de guitarra en el rock. La gente se ha acostumbrado, pero eso no significa que deba ser normal".

Como respuesta a la revolución que trajo este álbum, Fuentes publicó en su cuenta de X (@FuentesDelGénero) un hilo titulado "todas las guarradas que hay en el disco de Quevedo", que rápidamente se volvió viral. Aunque algunos oyentes criticaron las letras por considerarlas de mal gusto, otros parecen haberlas aceptado como parte del estilo. Este fenómeno refleja una tendencia más amplia en la música urbana donde las letras explícitas se han aceptado, aunque a menudo despiertan el debate de su impacto en audiencias jóvenes.

La periodista musical Marta España observa que la conexión entre la música urbana y el interés por la sexualidad en edades tempranas es un tema complejo. Mientras que los padres deben regular el acceso de sus hijos a la música y contenido en línea, también es crucial cuestionar por qué estos jóvenes se sienten atraídos por letras explícitas. ¿Es que buscan reflejar un deseo de libertad y autoexpresión, o simplemente disfrutan del ritmo y la fiesta?

Además, el fenómeno de niñas y adolescentes que consumen reggaetón y letras sexualmente explícitas resalta la diversidad cultural y la evolución en la percepción del sexo en la música. Artistas como Bad Gyal y La Zowi también abordan el tema con letras directas, diversificando el panorama musical y dando voz a una nueva generación que se apropia de la sexualidad de forma empoderada.

El reggaetón, con su poderosa mezcla de ritmos y letras provocativas, ha capturado la atención de múltiples generaciones. Pero mientras su popularidad continúa creciendo, la pregunta persiste: ¿cuál es el verdadero costo de la normalización de tales letras explícitas en la música popular, especialmente para un público joven?