Ciencia

¿Pulpos inteligentes: libres en el océano o cautivos a la gallega?

2025-01-04

Autor: Carmen

Los pulpos y otros cefalópodos como calamares y sepias poseen un nivel de inteligencia que sorprende a científicos y al público en general. Según Antonio Figueras, investigador del CSIC en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, estos moluscos son capaces de reconocer a individuos humanos y resolver problemas, recordando soluciones hasta por cinco meses, lo que es notable considerando su corta expectativa de vida de uno a dos años.

El renombrado documental ‘Lo que el pulpo me enseñó’ ha suscitado un renovado interés sobre la inteligencia de estos seres marinos. Aunque el film presenta una visión cautivadora, Figueras señala la necesidad de verlo con un enfoque crítico, ya que la producción involucró tomas de múltiples pulpos a lo largo de ocho años.

Los cefalópodos, en especial el pulpo, están en la cúspide de la inteligencia entre los invertebrados. Esto es respaldado por la Declaración de Conciencia de Cambridge de 2012, que reconoce a los pulpos como los únicos invertebrados con capacidad de experiencia consciente. Esta clasificación ha generado un gran debate ético sobre la posibilidad del cultivo industrial de pulpos en piscifactorías.

Los grupos animalistas han levantado la voz contra la cría intensiva de pulpos, argumentando que tal práctica es moralmente cuestionable. Mientras la demanda de pulpos en el mercado continúa en aumento, las poblaciones silvestres están disminuyendo, lo que plantea un dilema real entre conservación y consumo.

A pesar de ello, la industria del pulpo en cautiverio aún enfrenta numerosos desafíos. Proyectos como el de Pescanova en Tenerife han encontrado obstáculos, no solo por la presión social sino principalmente por la falta de viabilidad económica. Otros países exploratorios como China y México han intentado establecer cultivos, pero también batallan con la salud y el bienestar de estos animales, que requieren espacios amplios y condiciones adecuadas para prosperar.

Entre los retos se destaca la alimentación, ya que los pulpos son carnívoros y necesitan un alto volumen de alimento vivo, lo que dificulta aún más la viabilidad económica de su cría industrial. La nutrición es fundamental, pues la calidad de vida y la salud del pulpo se ven drásticamente afectadas bajo condiciones de estrés en ambientes confinados.

Por lo tanto, aunque la idea de criar pulpos pueda sonarte atractiva, la realidad detrás de la creación de granjas de pulpos revela una serie de complicaciones éticas, ambientales y económicas que serán difíciles de superar. El futuro del pulpo, un ser inteligente del océano, sigue siendo incierto y lleno de interrogantes sobre nuestro papel en su conservación y bienestar.